Las elecciones generales del 20 de diciembre transformaron el mapa de los partidos en Catalunya radicalmente. La irrupción triunfal de En Comú Podem y el inédito auge de ERC dejaron a los grandes partidos catalanes -PSC, CDC y PP- muy tocados. De hecho, el bipartidismo español sumó menos que nunca: pasó de un 40,1% a un 26,8%. Los socialistas perdieron el primer suyo gran feudo, el Área Metropolitana de Barcelona, en favor de los comunes y obtuvieron sus peores resultados, mientras que el PP se hundió y quedó en sexto lugar. Con respecto a los partidos soberanistas, CDC -bajo las siglas de Democràcia i Llibertat- cayó después de obtener la victoria el año 2011 con la federación CiU, mientras que ERC se alzó hasta el segundo lugar con su mejor resultado desde la restauración de la democracia -16%.

Sin duda, las elecciones del 20-D aunque han representado un cambio real de gobierno, han cambiado el panorama político. Es más, los últimos comicios han permitido romper tendencias históricas de voto. Así lo demuestran los mapas que ha elaborado El Nacional.

La Catalunya d'En Comú Podem

La confluencia de izquierdas -que integra ICV-EUiA- ganó las elecciones del 20-D (24,7%) gracias al amplio apoyo obtenido en el Área Metropolitana de Barcelona y en el conjunto de la costa catalana. En Comú Podem ganó en todos los municipios metropolitanos -excepto Sant Cugat del Vallès-, incluidos aquellos donde había ganado tradicionalmente el PSC, como l'Hospitalet del Llobregat (29,9%) o Gavà (29,1%). 

La victoria de la coalición liderada por Xavier Domènech se extendió hasta grandes ciudades como Terrassa, Sabadell, Granollers, Martorell y Mataró con porcentajes de votos próximos al 25%. Siguiendo esta tendencia, la candidadura de izquierdas ganó también en Barcelona ciudad (26,6%). Los buenos resultados de la confluencia también llegaron hasta Terres de l'Ebre, Camp de Tarragona, Maresme, Baix Llobregat, Vallès Occidental y Oriental. En zonas más deprimidas demográficamente, como los Pallars y Vall d'Aran, En Comú Podem sorprendió y arañó votos a CDC y al PSC. Como curiosidad, los comunes obtuvieron sus mejores resultados en el pueblo más pequeño de Catalunya, Sant Jaume de Frontanyà (54,9%).

 

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La Catalunya d'ERC

Esquerra cumplió claramente sus objetivos el 20-D y consiguió sus mejores resultados desde la restauración de la democracia (16%). Ni siquiera en el 2004 con Josep-Lluís Carod-Rovira se había conseguido un éxito tan abrumador. Los republicanos se repartieron la Catalunya interior con CDC, donde tradicionalmente CiU había ganado las elecciones generales. Así se puede apreciar en el mapa de voto, en el que se observan muy buenos resultados en el Pallars Sobirà, Pallars Jussà, Garrotxa, Pla de l'Estany, Alt y Baix Empordà.

Con respecto a sus resultados en el Área Metropolitana, Barcelona es la población donde Gabriel Rufián obtiene más apoyos (15,2%) mientras que en el resto de municipios metropolitanos sacan porcentajes de voto inferiores al 10%. No obstante, se trata de los mejores resultados de ERC también en la Gran Barcelona. Si echamos un vistazo a las capitales de comarca, los tres municipios con más porcentaje de voto republicano son Solsona (32,9%), Banyoles (32%) y Les Borges Blanques (31,7%), donde precisamente en el 2011 había ganado la extinguida CiU.

 

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La Catalunya del PSC

Los socialistas no consiguieron recuperar el terreno perdido a las elecciones del 20-D. El año 2008 habían obtenido los mejores resultados para un partido en Catalunya con un 45,4% de los votos y 25 diputados. En el 2011, después del segundo gobierno Zapatero, CiU se convirtió en la primera fuerza catalana en el Congreso. En los comicios del pasado diciembre, el PSC no sólo recuperó el primer lugar, sino que tampoco pudo mantener la segunda posición. Todo por el derrumbe de los socialistas en el Área Metropolitana de Barcelona en favor de En común Podemos: de hecho, la candidatura de Carme Chacón no ganó a ningún municipio metropolitano, una situación inédita. En Barcelona ciudad sólo obtuvieron un 13,2%, por debajo de En Comú Podem, ERC y DiL (CDC). Eso sí, quedaron como segunda fuerza en ciudades como l'Hospitalet del Llobregat, Cornellà del Llobregat, Gavà, entre otras ciudades metropolitanas donde el voto nacionalista es residual.

Por lo que respecta a la Catalunya interior, el PSC desaparece, es decir, no obtiene ningún voto en 18 municipios catalanes. Es más, en 220 pueblos los socialistas no llegan al 5% de los votos. Así pues, los apoyos más importantes al PSC se encuentran en Barcelonès, Baix Llobregat, Garraf, Tarragona ciudad y alrededores, Terres de l'Ebre, Anoia y Bages. Merece una especial mención a la Vall d'Aran, donde el apoyo a los socialistas supera sobradamente el 20% de los votos.

 

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La Catalunya de CDC

Convergencia no pudo revalidar los magníficos resultados de CiU a las elecciones del 2011, cuando ganaron por primera vez al PSC en votos y escaños. El 20-D, empató con el PSC en escaños, pero quedó detrás de la candidatura liderada por Carme Chacón en votos. Los convergentes ganaron en las circunscripciones de Lleida y Girona, mientras que perdieron la provincia de Tarragona en favor de En Comú Podem. La candidatura encabezada por Francesc Homs, que se presentó por primera vez separada de Unió, obtuvo un 15,1% de los votos. En el caso de los convergentes, se aprecia que sus feudos en la Catalunya interior se mantienen, mientras experimentan una caía considerable en las grandes ciudades. 

CDC obtiene sus mejores resultados en las poblaciones de Osona, Garrotxa, Ripollès, Pla de l'Estany (en la demarcación de Girona); Berguedà, Alt Penedès (en Barcelona); Priorat, Ribera d'Ebre (en Tarragona) y Noguera, Solsonès y Alt Urgell (en Lleida). Los lugares que expresan menos apoyos están en el Área Metropolitana de Barcelona y la segunda corona metropolitana -Vilanova i la Geltrú, Martorell, Terrassa, Sabadell, Mataró- y en Vall d'Aran, donde con dificultades llegan al 10% de los sufragios.

 

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La Catalunya de Ciudadanos

Ciudadanos tampoco cumplió sus expectativas. Se quedó con el quinto lugar (13%), con cinco diputados electos en Catalunya. Sus mejores resultados tuvieron lugar en la provincia de Barcelona y Tarragona, mientras que en Girona y Lleida no obtuvieron suficientes votos para conseguir a un diputado. Por territorios, en las comarcas de interior el apoyo a la candidatura de Juan Carlos Girauta fue ínfimo: en 296 municipios no llegan al 5% de los sufragios. No obstante, hay que apuntar que la mayoría son pueblos con muy poco peso demográfico. En cambio, en el Área Metropolitana de Barcelona, Ciudadanos quedó como tercera fuerza, sólo por detrás de En Comú Podem y el PSC. Los apoyos, sin embargo, no sólo se concentran a la Gran Barcelona, sino que se extienden en la línea de la costa, desde Vandellós (en Tarragona) hasta Begur (Girona).

Por comarcas catalanas, Ciudadanos obtiene sus mejores resultados en Tarragonès -Vilaseca, Vilamòs, Salou- donde se acerca al 30% de los votos. También destaca en Baix Llobregat, en Barcelonès y en Maresme. Como curiosidad, el pueblo donde consigue más votos es Arres, en Vall d'Aran, con un 54,8% de los votos.

 

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La Catalunya del PP

El Partido Popular obtuvo sólo cinco diputados y 11,1% de los votos. Se trata de los peores resultados de los populares en Catalunya desde 1989, hecho que supuso conformarse con el sexto lugar. Por circunscripciones, como Ciudadanos, sólo obtiene representación en Barcelona y Tarragona. Por territorios, la candidatura de Jorge Fernández Díaz en Catalunya pinchó en las comarcas de interior -excepto a la Vall d'Aran-, mientras que se salvó en lugares como Tarragonès, Barcelonès, Baix Llobregat, Vallès Occidental y Oriental y Maresme donde la candidatura popular obtuvo más de un 10% de los apoyos.

Por otra parte, en los municipios limítrofes con Aragón y la Comunidad Valenciana es donde el PP destaca especialmente. De hecho, en Caseres, un municipio situado justo en la frontera aragonesa, los populares obtuvieron el porcentaje de voto más alto en Catalunya (27,6%).

 

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