La agrupación de extrema derecha Manos Limpias, habitual de las causas judiciales que asedian al entorno del Gobierno socialista, ha abierto este lunes el camino a un posible nuevo frente judicial para el presidente español, Pedro Sánchez. El colectivo ha denunciado a Sánchez ante el Tribunal Supremo por un supuesto delito de incitación al odio tras haber expresado el mandatario su apoyo a las protestas pro Palestina que han interrumpido abruptamente la Vuelta ciclista a España este domingo en rechazo a la participación de un equipo israelí, IPT.
El autodenominado sindicato ha presentado la denuncia este lunes ante la sala de lo civil y de lo penal, y la ha hecho extensible a la exministra de Igualdad y eurodiputada de Podemos Irene Montero y a la diputada y actual líder de la formación morada, Ione Belarra, quienes este domingo acudieron a la protesta pro Palestina convocada en Madrid para denunciar el "genocidio" que perpetra el Ejército de Israel sobre la población palestina en Gaza.
Manos Limpias acusa al jefe del Ejecutivo español de incitar el odio contra el equipo israelí que participaba en la Vuelta, IPT (Israel Premier Tech), y habla también de posible apología del odio y de antisemitismo. Además, denuncia otro posible delito de incitación a los desórdenes públicos, tras unas movilizaciones que dejaron 22 policías heridos, así como daños económicos y. sostienen, daños a la imagen de España.
La organización de extrema derecha sustenta su denuncia en las palabras de Pedro Sánchez este domingo en un mitin en Sevilla, donde expresó su "admiración a un pueblo como el español, que se moviliza por causas justas como la de Palestina". Para Manos Limpias, fue una "arenga" pronunciada con "rotundidad, apasionamiento y violentamente" a sabiendas de que las protestas habían sido violentas en etapas anteriores y que era de prever que la de Madrid alcanzara "dimensiones incalculables" por el amplio dispositivo policial.
"El apoyo del denunciado y de miembros de su Gobierno, anunciando su participación en las protestas dio alas, respaldo y aval para actuar violentamente", sostiene la querella, que resalta además que a pesar del número de heridos solo hubo dos detenciones. Además, en el texto de la propia denuncia se indica que ésta no se presenta ante la Fiscalía General del Estado por la "dependencia" del fiscal general, Álvaro García Ortiz, respecto a Sánchez y por estar imputado, pues asumen que "su actuación sería lisa y llanamente el rechazo de la denuncia, no promoviendo su persecución".
Por otra parte, también ha anunciado una querella contra Sánchez y contra varios de sus ministros la Asociación y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM), que ya presentó una denuncia ante la Audiencia Nacional para impedir las protestas convocadas en la Vuelta. Sin embargo, dicho tribunal desestimó la denuncia al no ser competente.
Las protestas pro Palestina de la Vuelta sacuden la política española
La denuncia de Manos Limpias se produce en un momento de tensión en la política española por la irrupción de la causa pro Palestina en forma de protestas que han obligado a poner fin prematuramente a la Vuelta ciclista a España. Tras dos detenidos y 22 policías heridos en los disturbios de la etapa final en Madrid, la cuestión se ha convertido en el tema político del día.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha defendido a los manifestantes, que denunciaban el "genocidio" que perpetra el Ejército de Israel sobre la población palestina de la franja de Gaza desde hace dos años. El propio Sánchez ha expresado su "admiración" y sostiene que Israel no puede participar en ninguna otra competición internacional, mientras que ministros como Óscar López han reafirmado su "orgullo".
Desde el PP, sin embargo, Alberto Núñez Feijóo ha acusado a Sánchez de "animar a la violencia" i lo consideran "responsable" de lo que pueda ocurrir. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha ido más allá y ha afirmado que las imágenes de Madrid eran las de "Sarajevo en guerra" y ha afirmado que la imagen que da es que en la capital española "se persigue al judío".