Acusación desorbitada. La Audiencia de Barcelona ha juzgado este jueves a un manifestante, a quien el fiscal le ha pedido siete años y ocho meses de prisión por haber lanzado objetos en una protesta contra una concentración de Vox en Barcelona, en el 2019. En el juicio, el acusado solamente ha contestado a su abogado, Carles Perdiguero, y ha asegurado que participó en la protesta, pero que "en ningún momento" movió contenedores ni tiró piedras a la policía. Tampoco se ha reconocido en las imágenes de un vídeo aportadas a la causa. Su abogado ha pedido su absolución porque no cometió los desórdenes y ha añadido, en el juicio, que "hay un déficit probatorio".

Los hechos pasaron la mañana 30 de marzo del 2019 cerca de la plaza Espanya de Barcelona, ya que el partido ultra Vox había convocado un acto en la avenida de la Reina Maria Cristina. Un grupo de unos 300 manifestantes antifascistas fueron a protestar ante la concentración, y según el fiscal, alteraron el orden público con el lanzamiento de objetos. Del acusado, asegura que movió un contenedor y una valla para hacer barricadas para cortar la calle Tarragona a la altura de la calle Diputación, y  que tiró piedras en el cordón policial. Por eso, le ha pedido cuatro años de prisión por desórdenes públicos, con las agravantes de usar objetos peligrosos y hacerlo dentro de una manifestación, y tres años y ocho meses de prisión más por un delito de atentado contra la autoridad. Además, solicita que pague 559 euros al Ayuntamiento de Barcelona por|para el gasto y mantenimiento de la zona que tuvo que hacer.

Único testigo

En el juicio, en la sección 3.ª de la Audiencia de Barcelona, solamente ha declarado como testigo un agente de los Mossos de Esquadra, que ha relatado que estaba en el dispositivo policial de la protesta antifascista y que los integrantes "se taparon la cara e hicieron barricadas y quemaron objetos" y que detuvieron a algunas personas. Ha añadido que el Cuerpo Nacional de la Policía aportó a los Mossos un informe con imágenes de aquella protesta, y que el acusado es uno de los que se ve como se tapó con un pañuelo rojo y llevaba piedras a las manos junto con otro compañero. Ha detallado que después la policía catalana los identificó a las redes sociales, donde subieron un contenedor con una pintada de aquel día. En el atestado, también se asegura que dos agentes de la Brigada de Información de los Mossos identificó el acusado y un compañero en la protesta, pero no se ha aclarado qué mossos son, ni se han aportado los vídeos que realizaron, ha declarado el mosso a preguntas del abogado de la defensa. En las diligencias solamente consta un vídeo.

En las conclusiones, el fiscal ha mantenido la petición del elevado castigo al asegurar que el acusado se ve en las imágenes de la protesta. Por su parte, el abogado del manifestante ha manifestado que el procedimiento es "una total indefensión" porque no se puede confrontar las imágenes de la policía española, ni tampoco interrogar a los agentes de los Mossos que aseguran que también grabaron al manifestante. "Solo se ha aportado un único vídeo e imágenes estáticas, en las cuales no se ve un ataque a los agentes", ha concluido Perdiguero.