Es una engañifa más vieja que el ir a pie pero funciona casi siempre. Si la manifestación, concentración o acontecimiento que favoreces fracasa, pincha o se cae, fotografíala de cerca. Si es un éxito, te conviene una foto aérea que muestre la musculosa participación. Si alguna escena no te conviene, plano más cerrado. Si quieres destacarla, te favorece un plano abierto. Siguiendo este sencillo manual, una mani de menos de 7.000 personas, como la de este domingo, convocada por la entidad unionista (o constitucionalista) Societat Civil Catalana (SCC), parece una Diada de millón y medio de personas. O más.

Es lo que hacen estas portadas de los cuatro diarios madrileños que todavía editan versión impresa:

La gracia de las portadas de papel, además de que así se quedan, es que sirven para medir el estado de ánimo de los que dirigen una redacción con mayor precisión que la home de la web, que cambia diez o quince veces al día. La portada de un diario de papel es la página del director (o de la dirección), una foto de lo que tiene (o tienen) en la cabeza, de su criterio y de su capacidad de juicio.

Es decir, las fotos escogidas para estas portadas (o para cualquier otra) no se eligen, digamos, objetivamente, sino con afán de reforzar el mensaje del titular. Basta con que no digas nada del número de asistentes hasta el tercer o cuarto párrafo, adonde no llega más que un 20% de los lectores/usuarios. También puedes estimarlos en "miles", que pueden ser tantos como quiera la imaginación del lector/usuario. Bien estimulado por aquella foto, es fácil que le dé la impresión que no son siete mil sino setecientos mil, y los que dicen lo contrario lo hacen para engañarle.

Las teles, más importantes que la prensa impresa para fijar los hechos, han seguido la misma estrategia. Tele5 hablaba de una manifestación "multitudinaria". Antena3 decía que los asistentes eran "miles" (después, en su twitter han dicho 7.000, según la Guardia Urbana). En todas partes se han mencionado los 200.000 asistentes, cifra que han perpetrado los organizadores. En todas las teles han mostrado planos cortos y cerrados, no vaya a ser que las imágenes desmintieran la versión oficial.

Querían contar la historia de una manifestación monstruo y lo han contado igualmente, aunque los hechos no acompañaran el relato ni mucho menos, como ha demostrado este periodista en una sola foto y un ingenioso método para contar manifestantes:

Los dos principales diarios catalanes, parece que también querían contar la historia de la mani monstruo, pero como la realidad no ayuda, lo hacen con más prudencia y le dan menos vuelo. Su público es de aquí, conoce la ciudad más o menos y sabe que 200.000 personas no entran en ese trozo de calle. Es más complicado dar gato por liebre (y lo sabes).

Entre los digitales madrileños, una de las crónicas más animadas es la de El Español (es el que dirige Pedro J. Ramírez). Quien la firma titula con épica: "SCC aúna al constitucionalismo y planta cara a la ANC y Òmnium" (a ver, quizás el titular se lo pusieron en la redacción central, nada raro).

Claro, el hombre, que debe tener su corazoncito, parece advertir que le echa demasiado hilo a la cometa. Y se ingenia una excusa para justificar la comparación entre ANC y Òmnium (suman 200.000 socios) y SCC (no se sabe si tiene socios) y dice que no debe despreciarse la mani de SCC "sin considerar un factor clave: la inversión pública por manifestante. Que es de poco más de cero euros en el caso de SCC y de varios miles de euros (públicos) en el caso de las manifestaciones de ANC y Òmnium".

Inversión pública por manifestante. ¿No es genial? El caso es que queriendo justificar un titular tan heroico, hace un desparrame peor. Porque esos "diversos millares de euros (públicos)"... ¿son dos o dos millones? No lo explica. Pero lo dice. No lo sabe. Tal vez se la refanfinfla. El caso es tirar mierda. SCC no reúne manifestantes, de acuerdo, pero los indepes sí porque los dopan con pasta pública. Los manifestantes de SCC son de verdad y lo hacen por un ideal (porque todo el mundo sabe que Manuel Valls viaja a Barcelona para abroncar indepes gratis et amore), y no como los de ANC y Òmnium, que lo hacen por rabia y por dinero (todo esto nos permitiría saltar al cliché subliminal del catalán tacaño, etcétera. Otro día).

El Español remacha el clavo en otra pieza, donde el presidente de SCC acusa la Guardia Urbana de Barcelona de "dividir sistemáticamente por cuatro o cinco la asistencia a sus manifestaciones, mientras multiplica a los participantes de las marchas independentistas". No dice por cuánto multiplica a los indepes. Quizás también por cuatro o cinco. Eso es hacer un Trump, quien afirmó que a su toma de posesión asistió más gente que a la de Obama y todo el mundo había visto que no.

En fin. Te tienes que reír de la rabieta. También podría ser que, desde ahora, todas las manis se clasifiquen según la inversión pública por manifestante. Se podría llamar la Escala de El Español, un poco como se hace con la de Richter para los terremotos.