Siete mil ultraespañolistas, según la Delegación del Gobierno, han convertido este martes el centro de Madrid en un escenario de violencia, con cercos a la sede de Ferraz y el Congreso de los Diputados. La policía española ha acabado cargando contra los manifestantes que han intentado romper el cordón policial, y ha disparado gas lacrimógeno contra los asistentes que asediaban la sede del PSOE. Una noche más, la capital española ha visto sus calles desatadas contra la amnistía a independentistas. "Puigdemont, a prisión" y "Pedro Sánchez, hijo de puta", han sido los grandes 'hits' de los cánticos de los ultras concentrados esta noche en Madrid.

No es la primera noche que la policía carga contra ultraespañolistas en estos días. Este lunes, el CNP se vio sobrepasado por la cantidad de asistentes a la convocatoria de la extrema derecha. Esta vez, sin embargo, los manifestantes catalanófobos que protestaban contra una ley de amnistía han topado con un dispositivo policial incrementado. La intención de la policía española era evitar que volvieran a circular imágenes de cargas contra ciudadanos vestidos con la rojigualda, y que no se repitiera el uso del gas lacrimógeno. No ha sido así.

Protesta amnistía acuerdo independentistas sede PSOE Ferraz, Efe
Efe

Grupos neonazis y Desokupa, implicados en la manifestación

La dirección de la policía española ha decidido incrementar en decenas los efectivos enviados al madrileño barrio de Argüelles una vez que han sabido que el grupo neonazi Bastión Frontal pretendía implicarse en la protesta de esta tarde ante la sede socialista. También había manifestado su intención de participar en la protesta Daniel Esteve, líder de Desokupa, organización perteneciente al ecosistema de la extrema derecha de Vox.

policía ferraz
Europa Press

Este mismo martes, el Gobierno ya había salido en defensa del PSOE. En la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz Isabel Rodríguez ha señalado que "atentar contra los partidos políticos es atentar contra la democracia". "Más que movilizaciones, son ataques", ha querido dejar claro, además de dirigir buena parte de sus ataques al PP. Vox es quien está detrás de estas movilizaciones —en ellas ha participado el propio Santiago Abascal—, pero el PP está haciendo la vista gorda; incluso algunos dirigentes populares han salido a mostrarse comprensivos con las movilizaciones en las sedes del PSOE.

Ferraz, Congreso, otra vez Ferraz, cargas y gas lacrimógeno

La movilización de este lunes se ha concentrado en un primer momento en Ferraz. Había cierta calma tensa cuando un centenar de manifestantes han animado a los asistentes a dirigirse hacia La Moncloa. Rápidamente, han cambiado de planes, y han decidido concentrarse en las puertas del Congreso de los Diputados. Han colapsado la Gran Vía de Madrid y el Paseo del Prado de la capital española. Una vez que se han encontrado la cámara baja custodiada por una docena de furgones policiales, ha dado media vuelta.

La concentración ante el Congreso no ha durado más de 15 minutos. Y, en un juego del gato y el ratón con la policía, han decidido regresar a Ferraz. En medio de cánticos fascistas y de simbología neonazi, la sede del PSOE ha vuelto a ser el objetivo de los ultras. Ha sido entonces cuando ha empezado la juerga. Una multitud especialmente alterada ha comenzado a lanzar botellas de vidrio contra los agentes que formaban parte del cordón policial, y han intentado reventar las vallas que custodiaban la sede estatal de los socialistas.

Entonces, el CNP ha disparado salvas para advertir de una inminente carga. Con sus porras, han golpeado a decenas de ultraespañolistas, que se han dispersado rápidamente debido al gas lacrimógeno disparado por la policía. Hacia las once de la noche de este martes, quedaban pocos ultras deambulando por las calles e intentando provocar a la policía.