Una veintena de alcaldes nor y surcatalanes han enviado una carta al primer ministro francés, el también norcatalán Jean Castex, quejándose por el cierre de pasos fronterizos "sin comunicación previa a los territorios afectados", que está provocando daños económicos y muchos inconvenientes a los vecinos de las comarcas del Alt Empordà, el Vallespir, el Rosselló y la Cerdanya.

El Gobierno francés decidió cortar el pasado 11 de enero cinco carreteras o pasos fronterizos con bloques de hormigón, y dejó sólo accesibles las vías principales, entre ellas la de la Jonquera. Los pasos cortados son el coll de Banyuls, el de Costoja y el de la Manrella (Alt Empordà-Vallespir), así como el camí d'Aja y la carretera de Vinyola (Cerdanya). El cierre fue justificado por la Covid y por prevención antiterrorista, pero ha impedido la comunicación habitual entre los pueblos fronterizos.

Corte|Trozo frontera Costoja Maçanet TVE

La frontera cortada entre Costoja (Vallespir) y Maçanet de Cabrenys (Alt Empordà) / TVE

"El cierre físico de estas carreteras afecta a la conectividad entre municipios pequeños y perjudica la cohesión territorial en estos territorios -aumentando el efecto de aislamiento rural- y supone un gran obstáculo en la lucha contra la despoblación que intentan evitar los ayuntamientos desde hace años. Este cierre también causa un gran daño a la economía de pequeñas empresas de servicios y de comercio, ya de por sí muy afectada a causa de la pandemia, y representa un impedimento a la movilidad laboral transfronteriza. No poder circular por estas carreteras hace que la mayoría de desplazamientos desde los pueblos afectados, vean multiplicado por tres el tiempo de duración de los trayectos", advierten en la carta.

Según los alcaldes, el hecho que el cierre sea con bloques de hormigón "impide el paso a cualquier sistema de emergencias, ya que previamente una grúa tiene que proceder a retirarlos, y no permite cumplir con la voluntad manifestada por el gobierno francés de que la medida no lo afectaría". También argumentan que los bloques de hormigón contradicen el Tratado de Schengen del año 1995, firmado tanto por Francia como por España, que fija la libre circulación de bienes y personas.

La carta está firmada por el alcalde Carles Lagresa (Espolla, Alt Empordà); Jean-Michel Solé (Banyuls de la Marenda, Rosselló), Christian Grau (Cervera de la Marenda), Michel Anrigo (Costoja, Vallespir), Louis Caseilles (Sant Llorenç de Cerdans, Vallespir), Gisèle Juanole (La Menera, Vallespir), David Planas (Arles, Vallespir), Marie Coste (Els Banys i Palaldà, Vallespir), Jean Vila (Morellàs i les Illes, Vallespir), Mercè Bosch (Maçanet de Cabrenys, Alt Empordà); Joaquim Morillo (La Vajol, Alt Empordà), Joan Fàbregas (Albanyà, Alt Empordà), Josep Novell (Agullana, Alt Empordà), Dominique Montiel (Rabós, Alt Empordà), y Xavier Barranco (Portbou, Alt Empordà). También la han suscrito la presidenta del consell comarcal del Alt Empordà, Sònia Martínez, y la de la Cerdanya, Roser Bombardó, y el de la comunidad del Alt Vallespir, Claude Ferrer.

Coincidiendo con este malestar des de los dos lados de la frontera sew ha convocado una concentración este domingo a las 11 de la mañana en el puente del riu Major entre Costoja i Maçanet de Cabrenys.

En este punto es dono está el paso cortado por la Prefectura francesa de los Pirineos Orientales.