El presidente francés, Emmanuel Macron, ha saludado a una representación de los Mossos d'Esquadra en El Pertús (Rosselló), coincidiendo con su estancia en la Catalunya Nord para anunciar un refuerzo de los efectivos policiales en la frontera con el objetivo de prevenir atentados yihadistas.

Macron ha aprovechado también para visitar el Centro de Cooperación Policial y Aduanera (CCPD), en el que participan las policías estatales y los Mossos, y ha aprovechado para saludar por primera vez a la policía catalana.

Desde este centro se coordina la política de fronteras, y los Mossos están presentes porque la policía catalana gestiona la seguridad ciudadana en Catalunya.

Macron ha anunciado este jueves que se duplicarán los efectivos que su país utiliza para los controles fronterizos, hasta 4.800 personas, y que en diciembre pedirá a los otros líderes de la UE una reforma en profundidad del Tratado de Schengen sobre las fronteras exteriores.

Macron ha dicho que el objetivo es "luchar contra la inmigración clandestina" e impedir que estos flujos sean utilizados por los terroristas. En una declaración ante la prensa, ha explicado que quiere que con la reforma "en profundidad" de Schengen la Unión Europea (UE) se dote de "una verdadera policía" para controlar sus fronteras exteriores y que la toma de decisiones se efectúe "de forma mucho más integrada".

Macron ha precisado en la frontera que hará propuestas al Consejo Europeo de diciembre para repensar la organización de Schengen, e intensificar la protección común "con una verdadera policía de seguridad de las fronteras exteriores" y dar más competencias a las reuniones de ministros de Interior de los países miembros para así conseguir una eficacia mayor.

"Lo que quiero -ha subrayado- es que refundemos este espacio (Schengen) para que sea más coherente" y para que el peso del control de las fronteras exteriores no recaiga únicamente en los países que las tienen.

El jefe del Estado francés ha explicado que Francia ha pedido a la Comisión Europea que se prolongue la autorización para realizar controles fronterizos en el interior de Europa, como viene haciendo desde los atentados terroristas de noviembre de 2015.

De hecho, este refuerzo se produce en medio de la polémica que se ha generado en Francia después del último atentado de Niza contra una iglesia, ya que su autor, Brahim Issaoui, es un joven tunecino de 21 años que entró en Europa de forma clandestina a finales de septiembre desde su país por la isla italiana de Lampedusa.