Los manifestantes convocados hoy en Gràcia en protesta por el desalojo del llamado Banc Expropiat han rodeado el local, y se han concentrado ante los cuatro accesos al inmueble. Después de algunos momentos de tensión, hacia las 14 horas se han producido algunas cargas policiales.

La protesta se ha alargado hasta pasadas las 15 horas y ha ido subiendo de intensidad aunque, en términos generales, ha sido pacífica. Incluso, uno de los grupos de manifestantes eran familias con los hijos pequeños, los "babyblockers".

A partir de las 12 horas se ha ido reuniendo gente en la plaza Revolució y ha sido a partir de las 13 horas que la tensión se ha incrementado. Algunos de los manifestantes, disfrazados con máscaras de cartón con el rostro del propietario del local, han lanzado agua y harina a los antidisturbios. 

Los mossos han cargado en, como mínimo, cuatro ocasiones cuando una cincuentena de personas se ha enfrentado varias veces al cordón policial que impide el acceso al Banc Expropiat, entre la plaza de la Revolució y la calle Mare de Déu dels Desemparats. Durante los incidentes un fotógrafo de El Punt Avui ha resultado herido leve cuando ha recibido el impacto de una lata lanzada por manifestantes, mientras que el concejal de la CUP Josep Garganté se ha quejado de un golpe de porra en el costado.

 

También ha habido cargas en el perímetro del mercat de l'Abaceria, que da entrada a la Travessera de Gràcia desde otras calles. 

Pasadas las 15 horas, la concentración se ha dispersado y se espera que esta tarde, a partir de las 16 horas vuelvan las protestas.  

Ha habido un primer relevo de agentes de los mossos a las 14:30 pero los convocantes han advertido que "la jornada será larga". El clima vuelve a ser de tensión, en esta ocasión a plena luz del día, después de las últimas jornadas, tres días de calma relativa que siguieron a los graves incidentes que se desataron el lunes, martes y miércoles pasado.