Mala noticia para España. El gobierno de los Estados Unidos ha publicado este martes su informe anual sobre los derechos humanos en todos los países del mundo, y ha aprovechado para hacerse eco de varias situaciones negligentes que han ocurrido en territorio español. Destacan, principalmente, los diversos episodios de abusos policiales ocurridos en el país durante el año 2021, y cita, entre otros, los incidentes ocurridos durante las protestas por la detención del rapero Pablo Hasél. "En febrero, varios partidos políticos y organizaciones de derechos humanos alegaron un uso excesivo de la fuerza, incluido el uso de pelotas de goma contra aquellos manifestándose por la detención y el encarcelamiento de Pablo Hasél". El documento también subraya que Amnistía Internacional consideró su detención una "injusticia absoluta" y "una noticia terrible para la libertad de expresión en España".

El texto, de 42 páginas y redactado por el departamento de estado norteamericano, también remarca otras cuestiones relacionadas con muestras de exceso por parte de la policía española. Otro ejemplo es el rechazo de un juez a investigar las quejas llegadas de Linares (en Andalucía) por "el uso desproporcionado de fuerza durante una protesta contra la brutalidad policial después de que un agente disparara fuego real a la multitud, hiriendo a dos manifestantes." La protesta original, de hecho, era en contra de dos policías que habían sido grabados "agrediendo físicamente a un hombre y a su hija de 14 años en Linares", como recuerda el informe. Y, más allá, también constata que un tribunal barcelonés cerró una investigación contra tres policías de los Mossos d'Esquadra después de que "una mujer perdiera un ojo cuando recibió el impacto de una pelota de goma" porque el juez consideraba que no podía saberse quién había disparado el arma.

 

Y pone el foco sobre el tratamiento policial de los migrantes que llegan del continente africano. Así, el gobierno de los Estados Unidos subraya que organizaciones no gubernamentales lamentaron que los centros de detención temporal de migrantes en Ceuta y Melilla se vieron "sobresaturados", mientras que también se vivieron allí situaciones de "violencia, degradación y trato inhumano contra los presos" en varios CIE. "Tres personas detenidas intentaron suicidarse y la mayoría de los entrevistados se quejaron del trato hostil de la policía" en estos centros. Y citan que hay quejas creíbles de "golpes en la cabeza y en el cuerpo, puñetazos, patadas y golpes con porras", también en las plantas de los pies.

Referencia al procés independentista

El documento dedica un apartado de ocho líneas para referirse al caso catalán y al procés independentista, aunque en general no lo hace reivindicando la visión soberanista. Así, por una parte, recuerda que los representantes de algunos partidos políticos catalanes describieron como presos políticos a los líderes encarcelados por su papel en "el referéndum regional de independencia inconstitucional del 2017", pero remarca que ni el Gobierno ni "ninguna ONG internacional de derechos humanos dio apoyo a esta queja". Y, por otra parte, destaca que los presos fueron parcialmente indultados, si bien "todavía tienen prohibido ejercer cargos públicos y están supervisados durante tres y seis años".