Ferran López impecable, ante un fiscal a quien le ha costado seguir el hilo del relato. Así ha sido la primera parte de la declaración del comisario, testigo clave para la defensa del major Josep Lluís Trapero. López, que fue el encargado de ejecutar el plan del 1-O y de la coordinación con los cuerpos y fuerzas de seguridad en los dispositivos del 20-S y del referéndum. Asistía él a las reuniones y hacía de puente entre el Ministerio del Interior y Trapero después de los rifirrafes del major con Diego Pérez de los Cobos.

López no ha tenido ningún problema en calificar "de ilegal" el referéndum y en decir que no tenían "ninguna certeza que se realizara". Ha expresado la preocupación con que los Mossos vivieron los días previos al 1-O y también los posteriores. "Para mí el día 3 fue peor", ha dicho López, que ha calificado de "horror" algunas sensaciones que se tenían según las respuestas de los miembros del Govern. Ha detallado, en este sentido, que se comunicó al Govern que "lo que se estaba viviendo les preocupaba y se tenía que cumplir la ley".

El comisario ha explicado las reuniones que tuvo la cúpula de los Mossos con el Govern y ha afianzado lo que ya dijo Josep Lluís Trapero, que se advirtió de la ilegalidad y que el ejecutivo de Carles Puigdemont decidió sacar adelante. López ha vuelto a explicar que se alertó de que podría haber un problema de orden público, pero que la reacción del president fue mostrarse más firme en declarar la DUI.
 

 

"Esperamos que no tengamos que lamentar ninguna desgracia". Puigdemont, llegado a este punto, dijo que lo que harían sería declarar unilateralmente la independencia

López ha dibujado una situación claramente inverosímil para un cuerpo de policía: "La situación era de desamparo gubernativo. Estábamos bajo la tutela gubernativa de autoridades que estaban incumpliendo un mandato judicial. La relación era fría como mínimo".

El comisario ha descrito que ante la situación se optó por actuar con prudencia y paciencia.

 

 

Ferran López ha ilustrado la intención de los Mossos de impedir el referéndum en el hecho de que hicieron un plan especial y en ningún caso se aprovechó ya un plan como el Ágora que tiene otras finalidades.

 

​Lo que se estaba viviendo les preocupaba y "se tenía que cumplir la ley", ha repetido una y otra vez López: "El mensaje era que cumplieran la ley porque nosotros estábamos obligados a cumplir con lo que decía la magistrada".

20-S

El día 20 de septiembre la Guardia Civil hizo 41 registros en toda Catalunya.

Ferran López ha detallado, a preguntas del fiscal Pedro Rubira, cómo se vivió todo el día puertas adentro. López recibe la llamada de la Guardia Civil a las 9 h pidiendo apoyo para un registro que se hace en el Departament d'Economia. El comisario ha explicado que envió, primero, las unidades de orden público, y después llamó al major Josep Lluís Trapero para informarlo. El comisario ha explicado que hay una primera petición formal vía telemática en la que se avisa de manera genérica que la Guardia civil está haciendo registros en todo Catalunya.

A lo largo del día hay cuatro peticiones de la Guardia Civil que responde personalmente Ferran López:

La primera fue de permitir el acceso de los detenidos en vehículo hasta la conselleria. "Sobre esta petición, como todas las peticiones, el responsable de orden público decía que era imposible hacer entrar vehículos, pero se comprometía a hacer un pasillo", ha relatado López concretando que "a una hora de la mañana se desestima la entrada de detenidos a pie o en coche".

"La segunda petición de ayuda es para decirme que hay material sensible dentro de los vehículos. Era imposible acceder a los vehículos para liberar el material sensible. La tercera llamada ya me habla de armas largas y lo que hacemos es fijar la imagen del helicóptero sobre los coches de la Guardia Civil para monitorizar lo que pasa", ha seguido el relato el comisario. "Otra petición de ayuda fue porque tenían visión de las cámaras y nos dicen que hay personas que pretenden entrar en la conselleria. En ningún caso se detectó intento de intrusión", ha asegurado Ferran López ante el fiscal. Y la última petición es por la salida de la comitiva judicial: "Tenemos informaciones contradictorias y eso hace que se alargue".

Y es aquí cuando se busca una salida alternativa. A las 23 horas los Mossos hablan por primera vez con la secretaria judicial: "Es la primera vez en todo el día que se habla con esta señora y por primera vez nos pide salir. Había informaciones que no nos permitían saber en qué momento estaba el registro en el Departament d'Economia".


​López explica cómo finalmente llegan a la vía alternativa, que es la salida por el teatro Coliseum: "No es la vía que se merece la comitiva judicial, pero es la vía que ante las circunstancias pensábamos que era la solución".

 

Ferran López ha explicado también la llamada que recibió el major Josep Lluís Trapero para que Jordi Sànchez hiciera de mediador "para tratar de encontrar una solución pacífica que facilitara el operativo de la Guardia Civil".

 

La declaración de Ferran López ha empezado con el relato sobre la relación entre el conseller Quim Forn y los Mossos: "La intención de Forn era dejar al margen a la policía del debate político: siempre decía que tenía un mandato político que estaba dispuesto a seguir y que su afán sería apartar a la policía de este debate político". También ha detallado que Albert Batlle, ex-director general de la Policía sustituido el verano anterior por Pere Soler, se va "por desacuerdos con la dirección del departamento".