"He decidido acabar esta etapa de mi vida". Acompañado de los coordinadores del PDeCAT Marta Pascal y David Bonvehí, el hasta ahora presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí, Lluís Corominas, ha hecho su última rueda de prensa en el Parlament para despedirse de la cámara. "No iré a las listas del 21 de diciembre, y por lo tanto dejo la actividad política de primera línea ya no como electo, sino que también renuncio a cualquier otra actividad de responsabilidad política". Ha querido subrayar el trabajo hecho: "Hemos marcado una etapa".

Aunque tiene una causa abierta en el Tribunal Supremo por rebelión, Lluís Corominas ha asegurado que se trata de una "decisión meditada", de hace dos años. No la ha tomado "las últimas semanas o días" por las circunstancias políticas y judiciales. "Respeto la instrucción que está haciendo el Tribunal Supremo, por eso declaramos", ha dicho. "Espero que muy pronto podamos ver la causa archivada".

Antes de la causa del Supremo, sin embargo, tenía otra abierta en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por desobediencia, por una resolución aprobada en el debate de política general de 2016 que la Fiscalía llevó a los tribunales. "No desobedecimos porque era un debate de política general, donde se tiene que poder debatir de todo", se ha defendido.

La de presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí es tan sólo la última —y más corta— responsabilidad política que ha asumido Corominas. En este sentido, ha querido recordar toda su trayectoria, desde que con 29 años fue elegido alcalde de Castellar del Vallès, y después de estar 14 años en el Parlamento de Catalunya, 9 de los cuales también como vicepresidente de la cámara. Ha querido tener un gesto hacia los tres presidentes con quienes ha coincidido: Ernest Benach, Núria de Gispert y Carme Forcadell. Ahora, ha dicho, "tiene que haber nuevas personas que representen al Vallès Occidental".

Militante de base

¿Qué hará, pues, a partir de ahora? "Cualquier cosa que haga no estará relacionada directamente con la política, y todavía menos con un cargo de representación", ha avisado. Volverá a la abogacía, aunque todavía no sabe si en el ejercicio libre o aceptando alguna propuesta que le ha llegado.

"Quien tiene que definir el futuro del soberanismo son las candidaturas soberanistas herederas de las del 2015", ha respondido preguntado sobre como ve la situación. A pesar de todo, ha destacado que "hay un cambio de etapa que se tiene que llenar de contenido" por parte de los que vengan. También se ha referido al futuro del PDeCAT. "Este proyecto tiene futuro si su generación (de Pascal i Bonvehí) tienen ganas de sacarlo adelante", ha afirmado. Se ha comprometido a darles apoyo "como militante de base".

Corominas también ha querido tener un recuerdo muy sentido para los consellers encarcelados y exiliados, especialmente para los más próximos, con quienes tenía más vínculos personales de hace años, como Meritxell Borràs, Joaquim Forn o Josep Rull. "Pienso en ellos todo el día, a todas horas, y deseo que enseguida salgan de la cárcel, porque no es justo que estén dentro".