La acusación de "rusofobia" y "genocidio" ha sido uno de los argumento que ha utilizado Rusia para explicar la invasión de Ucrania. El ministro de exteriores ruso, Serguéi Lavror, ha insistido en este punto en declaraciones esta mañana donde ha responsabilizado al ejecutivo ucraniano que preside Volodimir Zelenski de intentar aplastar el idioma de la mayoría de la población. "Prohíbe la educación en ruso, prohíbe a la gente hablar su idioma natal. ¿Tienen las sociedades democráticas este hábito?", se ha preguntado Lavrov.

Lavrov ha dibujado diferente paralelismos con situaciones lingüísticas en Europa y se ha preguntado "qué pasaría si en Irlanda se prohibiera el inglés? ¿Cómo se sentiría el Reino Unido? Y si Bélgica prohibiera el francés?". El responsable de la diplomacia rusa ha acusado a Occidente de contemplar la realidad únicamente a través del prisma de sus propios intereses mientras "los derechos de miles de ucranianos están siendo violados y no se habla de Derechos Humanos".

La comparación de Lavrov ha provocado cierta sorpresa dado que la situación de estas lenguas es muy diferente, en particular en el caso del gaélico. Arrinconado por el inglés, el gaélico es la lengua mayoritaria en toda la isla, aunque la Constitución de aquel país la sitúa como primera lengua.

En cambio el ucraniano es la lengua oficial de Ucrania, pero el ruso, que representa una gran presión lingüística, es la segunda o incluso la primera lengua para una parte importante de la población, en particular en el Donbass y Crimea. El 2012 se aprobó, en medio de una fuerte polémica, una ley que otorga al ruso el carácter de lengua estatal, junto con el ucraniano.

Negociar si depone las armas

En sus declaraciones, Lavrov, ha mostrado la disposición de Rusia a hablar si Ucrania depone las armas, pero también ha dejado claro que no reconocerá como democrático el gobierno de Zelenski. El responsable de la diplomacia rusa, que hoy se ha reunido con las autoridades de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, ha asegurado que el objetivo ruso es "desmilitarizar Ucrania" y que nadie se está planteando ocupar este país.

Esta mañana un asesor presidencial del gobierno ucraniano ha asegurado a la agencia Reuter que su gobierno está dispuesto a negociar con Rusia sobre el estatus de neutralidad de Ucrania en relación a la OTAN. Según este asesor Ucrania no tiene miedo a abordar esta negociación pero reclama saber quién y cómo se puede garantizar la seguridad de que se cumplirán los acuerdos.

Rusia quiere garantizar una zona de neutralidad que garantice la seguridad de su frontera en el oeste del país y un compromiso de no adhesión de Ucrania a la Alianza Atlántica tendría que ser la clave.