Laura Masvidal hace 4 meses que convive con los viajes a Estremera, los millares de cartas que recibe su marido, Joaquim Forn, y con las noticias que salen de él a todos los medios. Hoy se ha levantado con la tuberculosis de su marido. Una información que hace semanas que ella tiene y que no quería que se filtrara a los medios.

"Como él lo tienen la mayoría de presos", dice la Laura en conversación con El Nacional, después de explicar que le detectaron el positivo en tuberculina durante las pruebas habituales que se hacen sobre enfermedades infecciosas en la prisión. "Una prisión es un caldo de cultivo", explica, y por eso los protocolos prevén este tipo de test de enfermedades y el tratamiento que corresponde. Lo dice con total normalidad, como si ya estuviera habituada al mundo de las prisiones y al rol que desarrollan las familias de los presos.

Le preguntamos cómo está el conseller, dice sin ninguna duda: "Está bien. Está meditativo". Joaquim Forn tendrá que seguir 3 meses de medicación fuerte. Es molesto igual que lo sería para cualquier persona, pero su mujer lo relativiza y no hace de ello ningún problema.

"Mal no está. Está en un módulo tranquilo", dice mientras recuerda las primeras semanas de Joaquim Forn, donde admite que le costó adaptarse. Le costó mucho entender qué hacía allí. Y un día lo entendió", dice Laura Masvidal explicando los argumentos de su marido. Y admite que ella sí que no entiende qué hace él allí.

Estos meses en la prisión, Joaquim Forn los ha dedicado a aprovechar el tiempo y a "proteger su interior". "Una prisión es muy dura", dice Masvidal, y destaca el carácter extrovertido de su marido, que desde hace ya un tiempo empezó a relacionarse con el resto de presos y a buscar amigos, pero el universo es limitado porque "son delincuentes y no tienen nada que ver con él".

La familia de Joaquim Forn admite que tiene que cambiar mucho el escenario para que el conseller salga de la prisión, y en cierta manera ven que el juez ha entrado en una espiral difícil de deshacer. "Hasta que no cambie el escenario son rehenes", dice la mujer de Forn, que recuerda que el conseller ha renunciado a todo menos a sus principios: "Todavía piensa como piensa". Y este es el principal argumento que tiene el juez para mantenerlo encerrado.