Reaparece Laura Borràs. La presidenta suspendida del Parlament ha comparecido este martes en un acto que ha tenido lugar en Prada de Conflent en el marco de la Universitat Catalana d'Estiu. Bajo el título 'Los límites del parlamentarismo', su intervención ha arrancado advirtiendo que se centraría fundamentalmente en el tema entre manos. "Muchos pensaban que dedicaría mi tiempo para hablar extensamente de mi suspensión, pero no lo haré". Ahora bien, Borràs no ha podido evitar lanzar ataques en varios momentos sobre cuestiones de actualidad. El más candente, sin duda, ha estado su suspensión como presidenta del Parlament a finales de julio y que ahora ha podido responder en una de sus primeras intervenciones públicas desde entonces.

La también presidenta de Junts ha recordado este hecho en varias ocasiones, cargado también contra los responsables de la suspensión. Así, ha defendido que ella siempre ha intentado aplicar el reglamento del Parlament de forma escrupulosa, por lo cual ha lamentado que se haya hecho un uso "sesgado" para retirarla del cargo. "Si políticamente nos ha parecido mal que los jueces hicieran de jueces, me cuesta entender que algunos políticos hayan querido hacer de jueces", ha dicho en referencia a los miembros de la Mesa de PSC, ERC y la CUP. Además, los ha acusado de hacerlo con "demasiada frivolidad, intencionalidad política y partidismo".

No sólo eso, sino que a sus frases finales también ha vuelto a dar protagonismo a esta cuestión, afirmando que presidir la cámara catalana no es una tarea agradable ni cómodo. "Y puedo afirmar que los derechos y deberes te les pueden suspender arbitrariamente, pero el compromiso con el independentismo depende de la voluntad íntima, y esta no te la puede suspender a nadie", ha añadido. Borràs se ha pronunciado de forma brevísima sobre la posibilidad de que alguien la releve temporalmente al frente de la institución mientras dura su juicio. Una propuesta que Junts ya ha rechazado reiteradamente, y que su presidenta también ha hecho cuando ha defendido su decisión de "no dar pasos al lado, sólo adelante porque el Estado quiere que hagamos pasas atrás". Con un dardo al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, replicando que "los que se quejan" del interinato son los que lo han "provocado".

Y también una pincelada a los hechos ocurridos durante la semana pasada, en qué se desató la polémica durante el homenaje por el quinto aniversario de los atentados del 17-A cuando algunos manifestantes rompieron el minuto de silencio con gritos y Laura Borràs posteriormente se saludó con ellos. Ella no respondió a las críticas, como sí que lo hicieron algunos compañeros de su partido que forman parte de su círculo más próximo y que quisieron desmentir las imágenes que circulaban por las redes sociales. Borràs, similarmente, ha criticado que la gente haya "juzgado" sus acciones "utilizando vídeos por hacer ver lo que no era".

 

Autocrítica de los partidos para alcanzar la independencia

Más allá de estas cuestiones, la protagonista de la clausura de la 54ª edición del UCE se ha centrado largamente en los límites del parlamentarismo, mencionando las injerencias de los tribunales españoles en el trabajo de la cámara catalana. "No es normal que hablar o hacer ciertas cosas supongan la inhabilitación o la suspensión, o que leyes aprobadas sean suspendidas o recortadas por el Tribunal Constitucional". Con respecto a casos concretos, se ha referido a las investiduras fallidas de Carles Puigdemont y Jordi Turull, la suspensión de Quim Torra y la situación de los diputados Lluís Puig y Pau Juvillà. Además, también ha querido vanagloriarse de algunas decisiones personales, como rechazar las dietas de desplazamiento y renunciar a la tarjeta de crédito como presidenta, así como sus enfrentamientos dialécticos con el españolismo en la cámara.

Ahora bien, Laura Borràs no se ha quedado aquí, sino que también ha hablado sobre la situación del independentismo. El 52% de votos conseguidos por las formaciones a las últimas elecciones levantó unas expectativas "que no se han cumplido". Pere Aragonès también se comprometió a culminar el procés, ha recordado. "Por lo tanto, como no ha pasado, la autocrítica de los partidos no sólo es conveniente, sino que necesaria e indispensable". Así, ha remarcado que toca a los partidos independentistas tejer complicidades para una nueva ofensiva que se aleje de la mesa de diálogo.

"Dicen que la gente está desanimada, y cómo no tienen que estarlo si nos dicen que no somos suficientes, que el Estado es muy poderoso, que la montaña es muy alta y que la independencia no es posible", ha criticado. "Eso es falso, y de tanto decirlo quieren que sea una profecía autocumplida". Según Borràs, la mayoría existe, y ahora "solo hacen falta voluntad y planificación política". "Tener claro eso es un primer paso básico y fundamental, porque la independencia es necesaria, imprescindible e inaplazable".