Con la investidura de Pedro Sánchez han vuelto a supurar las diferencias estratégicas en el seno del Govern de la Generalitat. Junts per Catalunya discrepa de la apuesta pragmática de Esquerra Republicana de facilitar la investidura a cambio de la creación de una mesa de diálogo entre gobiernos. Y no lo oculta. Lo ha vuelto a dejar claro Laura Borràs desde la tribuna de oradores del Congreso: "No podemos votar en contra de Catalunya y a favor de la represión".

La portavoz de JxCat en Madrid ha sido contundente con el líder del PSOE, a quien ha recordado que "fue parte necesaria para el 155". Con todo, ha abierto una rendija para un posible entendimiento: si la voluntad de diálogo con Catalunya es real, "por convicción y no por supervivencia", JxCat estará ahí. Borràs ha dirigido un mensaje directo y claro a Sánchez, que "si los Reyes le traen una investidura, tendrá que pasar de las palabras de diálogo a los hechos". En este sentido ha evidenciado que, desde su punto de vista, los socialistas se encuentran con la "paradoja de necesitar el voto independentista sin quererlo" y le ha reprochado que "como buen marxista —por Groucho Marx— tiene unos principios, pero cuando no le convienen tiene otros.

Al mismo tiempo, se ha hecho eco de la decisión de la Eurocámara de aceptar a Junqueras, Puigdemont y Comín como eurodiputados. "Rectifiquen, porque son ustedes las que circulan en sentido contrario al estado de derecho", ha recomendado al PSOE.

Al acabar su intervención, Borràs se ha acercado a Pedro Sánchez y le ha entregado la resolución del Parlamento Europeo que contradice la decisión de la Junta Electoral Central.