El consejo de académicos que tiene que redactar el acuerdo de claridad que impulsa el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha empezado formalmente hoy su trabajo, después de que el Consell Executiu aprobara este martes los nombres que lo integran. La primera reunión formal del consejo ha tenido como invitado al propio Aragonès, que ha planteado a los académicos cinco cuestiones sobre cómo tendría que ser la salida del conflicto político entre Catalunya y España. Las cuestiones no hacen en ningún momento referencia ni a la independencia ni a la autodeterminación y piden concretar qué tipo de referéndum o "mecanismo análogo" debería convocarse para superar la situación.

Se trata de cinco cuestiones que ha fijado el president, junto con sus colaboradores más estrechos y con la intervención de los mismos académicos, que tienen que vertebrar el informe que servirá de base para el debate que se propone Aragonès con los grupos políticos y la sociedad. Las preguntas, para las cuales se piden respuestas lo más amplias posible, son cinco cuestiones abiertas —no binarias—, que van desde una primera más genérica hasta la quinta donde se tendría que fijar las concreciones sobre el referéndum:

1. ¿Qué características tendría que incluir un acuerdo de claridad con el Estado español para resolver el conflicto político?
La pregunta inicial es la más genérica y amplia, con el objetivo de fijar los principios básicos que tienen que guiar la redacción del acuerdo de claridad, según explican fuentes del Govern. El objetivo es fijar la naturaleza del conflicto y plantear una salida.

2. ¿Qué mecanismos existentes en la política comparada permitirían aportar soluciones al conflicto político?
Se trata de una pregunta habitual de la ciencia política en que se busca cómo en otros ámbitos se han abordado conflictos similares e identificar las herramientas que son útiles. "En el bien entendido de que hay que trazar un camino propio", se subraya desde el Govern.

3. ¿Qué actores políticos e instituciones tendrían que tomar la iniciativa con el fin de implementar estas soluciones?
En este punto se trata de identificar el conjunto de instituciones que tienen que asumir un papel activo en la resolución del conflicto, desde instituciones catalanas hasta organismos internacionales.

4. ¿Qué función tendría que tener un referéndum sobre el futuro político de Catalunya, u otros mecanismos análogos, a la hora de resolver el conflicto político?
El objetivo de esta pregunta sería identificar los diferentes tipos de referéndums y analizar cuál puede servir para la resolución del conflicto político entre Catalunya y el Estado español. En este punto se subraya la existencia de referéndums de carácter consultivo, de ratificación de un acuerdo, para exhortar a un gobierno a iniciar una negociación... Por lo tanto, se pregunta a los expertos qué función tendría que tener el referéndum.

5. ¿Qué características tendría que cumplir un referéndum sobre el futuro político de Catalunya, u otros mecanismos análogos, para disfrutar de la máxima legitimidad e inclusión y asegurar la validez e implementación?
El objetivo de esta última pregunta es fijar herramientas, mecanismos y formas de votación. Aquí entrarían las cuestiones vinculadas a la legitimidad e inclusividad —que el conjunto de la ciudadanía catalana se sienta partícipe—: la validez del referéndum, qué mayorías tendría que tener, la tipología de la pregunta, como leer los resultados con el fin de ser implementados...

"Queremos que la ciudadanía vote y que se pueda implementar", ha subrayado Aragonès, que ha argumentado que para que se pueda implementar el resultado hace falta pactar unas normas y mecanismos de decisión para que todo el mundo acepte el resultado.

Una vez iniciado los trabajos, los expertos dispondrán de un par de meses para elaborar el primer informe que tendrá que servir de base para el debate político, que no se pondrá en marcha hasta que hayan pasado las elecciones municipales.

Los expertos recibirán una remuneración como compensación económica por su dedicación