El acuerdo de claridad que desde hace meses pretende impulsar el Govern se pone finalmente en marcha. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha explicado este martes el proceso que tendría que conducir a la concreción de lo que es su apuesta para encontrar una salida al conflicto político de Catalunya con el Estado. Se trata de un proceso "circular" que empieza y acaba en el Govern, donde asume un claro protagonismo un consejo académico que tendrá que vehicular un debate social para, según Aragonès, "definir las reglas del juego". "Una solución que implique empoderar a la ciudadanía y se base en los valores más básicos de nuestra democracia, que dé voz a los catalanes de la forma más inclusiva", ha asegurado.

En breve, desde el Govern se formularán una serie de preguntas sobre los diferentes mecanismos democráticos que, a parecer del ejecutivo, tienen que permitir superar el conflicto entre Catalunya y el Estado. Serán, se asegura, preguntas "concisas, esenciales para poner en marcha este proceso", a partir de un consenso esencial de un 80% de la población que apuesta por un referéndum, y que, según ha recordado Aragonès, incluye a los votantes de las formaciones independentistas, pero también a comuns y PSC.

Consejo académico

A partir de aquí, la primera fase se centrará en un consejo académico, que empezará a trabajar el mes de abril bajo la coordinación del profesor Marc Santjaume de la UPF y con representantes del ámbito de la ciencia política y el derecho de diferentes universidades del país. Este consejo se encargará de hacer un primer informe que aporten respuestas a estas cuestiones planteadas por el Govern. Tendrá que ser un informe abierto, no conclusivo, que se someterá a debate a la sociedad.

Uno de los primeros espacios de debate de este informe será el político, con una mesa de partidos con representación parlamentaria, que entrará en funcionamiento después de las elecciones municipales y donde serán convocados todos los partidos, excepto Vox.

En paralelo, entraría en funcionamiento un debate ciudadano —con ciudadanía no organizada— y un debate sectorial —sociedad civil organizada—. El debate ciudadano se basará en la tecnología focus group a nivel de veguerías, que se organizará en una jornada concreta, con un centenar de personas escogidas por sorteo que representen a la ciudadanía del territorio.

Informe final

Como conclusión de todo este debate con las diferentes patas, los académicos elaborarán un informe final, que servirá de base para que el Govern pueda aprobar una "propuesta catalana". La decisión final será, por lo tanto, del Govern, y servirá de base para la negociación con el Estado. A pesar de que en este momento solo el Govern avala esta vía, Aragonès ha evitado plantear la posibilidad de que ninguna otra formación apoye su propuesta.

Los impulsores de la propuesta insisten en que no tiene nada que ver con propuestas anteriores, como el Llibre Blanc, elaborado por encargo del Govern de Artur Mas, dado que el objetivo es elaborar un único informe muy concreto, determinante y ejecutivo. Por el contrario, comparan la propuesta con experiencias como la llevada a cabo en Canadá, para elaborar el Acuerdo de Claridad, o a Islandia, para la elaboración de la Constitución de aquel país.