Mirar hacia la izquierda. Este es el objetivo marcado por el Consell Polític y el Grup d'Acció Parlamentària de la CUP de cara a los próximos meses, después de haber rechazado la investidura del líder de Convergència, Artur Mas, como presidente de la Generalitat.

En el documento, aprobado por los cuperos este lunes con el título 10 abstenciones para avanzar hacia la independencia, se pide "empezar a trabajar en la articulación de una candidatura popular que pueda articular el conjunto de la izquierda catalana".

En este sentido, esgrime tres razones por las que la formación podría ver con buenos ojos la "candidatura transversal de izquierdas" propuesta el mismo lunes por el portavoz de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela.

1. Plebiscito fallido

El documento pone de manifiesto que el 27S "permitía un gobierno independentista pero no sacar adelante la hoja de ruta, porque no se llega al 50% de los votos". Aparca, así, definitivamente la Declaración Unilateral de Independencia (DUI).

2. Volver al referéndum

"El 20D –elecciones en las que no participaron y pidieron la abstención– muestra que una mayoría social apuesta por un referéndum acordado con el Estado", dicen. Para los de Anna Gabriel el referéndum, pero de carácter unilateral, resulta "fundamental" para lograr un acuerdo.

3. Apartar a CDC

Uno de los objetivos que también se marcan los cupaires es el de "confrontar el papel de CDC como agente que pretende liderar y subyugar el proceso independentista a los intereses de un sector de la burguesía que priorizará siempre la legalidad".

Por ello, carga contra ERC, aliada de los convergentes bajo el paraguas de Junts pel Sí, porque entiende que "imposibilita una mayoría de izquierdas a favor de una salida autodeterminista y unilateral en Catalunya".