Pequeños grupos de encapuchados han lanzado esta tarde botellas y piedras contra agentes de antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, aprovechando la manifestación convocada en el centro de Barcelona bajo el lema "Fins que caiguin". La marcha ha transcurrido con cierta tensión con los grupitos que protagonizaban estos incidentes, y ha sido la de menos intensidad de la decena de convocatorias celebradas hasta ahora. Y también ha sido la menos multitudinaria, porque en el momento de más presencia se han contado 750 personas, según la Guàrdia Urbana.
Los enfrentamientos con los agentes de los Mossos se han producido inicialmente en la calle Roger de Flor, donde un reducido grupo de manifestantes se ha enfrentado a una línea policial formada por agentes de los antidisturbios, que han pedido por megafonía que cesaran los lanzamientos de objetos. Y después se han reproducido en otras calles del Eixample, siempre protagonizadas por personas que se separaban del grueso de la manifestación. Un grupo ha lanzado botellas contra un vehículo de los Mossos.
Marc Ortín
La manifestación ha arrancado en la plaza de Tetuán, situada al lado de la sede de departament d'Interior de la Generalitat, para pedir la libertad del rapero Pablo Hasel y de los detenidos en los incidentes de las últimas semanas, medidas sociales y también la autodeterminación.
La protesta, impulsada por los CDR y por organizaciones como Arran, vinculada a la CUP, y también colectivos antisistema, tenía como lema "Fins que caiguen". Los Mossos han desplegado un extenso trenzado de vallas delante de la sede del departament d'Interior y han aparcado varias furgonetas policiales con el fin de blindar la sede de la conselleria. Pero la marcha no se ha dirigido allí sino que ha intentado avanzar primero por la calle Roger de Flor en dirección mar.
Allí se ha producido un primer momento de tensión cuando los Mossos han intentado cortar la marcha. Albert Casals, el chico que se ha hecho muy conocido por sus viajes en silla de ruedas, ha avanzado hasta la línea policial y los Mossos lo han dejado pasar. Pero no se lo han permitido a nadie más.
Sergi Alcàzar
La marcha entonces ha recuperado el passeig de Sant Joan, ha bajado hasta el Arco del Triomf, y posteriormente ha girado hacia la plaza Urquinaona. La organización ha dado por acabada allí la manifestación, pero un segundo grupo ha iniciado una segunda encabezada por una pancarta con simbología anarquista.
Un pequeño grupo ha seguido provocando incidentes mientras causaba pequeños hurtos en comercios de catalano-pakistaníes, pero el grueso de la manifestación se lo ha recriminado y al final los ha expulsado.
Guillem Ramos