Alemania identifica la ultraderecha como la principal amenaza para la seguridad en el país. Así lo ha reconocido hoy el ministro de Interior, Horst Seehofer, que ha remarcado que los delitos de este tipo han llegado a un máximo histórico en el país. Concretamente, solo el año pasado se registraron 23.604 delitos con motivación ultraderechista, una cifra que supone un aumento del 5,65% con respecto al 2019.

Según recoge EFE, en el informe anual sobre los delitos con motivación política en Alemania la ultraderecha es la responsable de más de la mitad. Además, Seehofer ha remarcado que del total de los delitos, 3.365 fueron violentos. "Con eso los delitos de la ultraderecha llegan a su nivel máximo desde que hay estadísticas. La ultraderecha es la principal amenaza para la seguridad de nuestro país", ha sentenciado Seehofer ante la prensa.

Grupúsculos en las manifestaciones contra las restricciones

En este sentido, ha destacado que los delitos antisemitas han crecido en un 15,9% y ha identificado las manifestaciones contra las medidas por hacer frente a la pandemia como otro polo de extremismo. "Los manifestantes hacen uso de su derecho a la protesta, pero se están dando coaliciones extrañas que incluyen adeptos a teorías de la conspiración, grupos esotéricos, antivacunas y grupos de extrema derecha", ha constatado.

Las autoridades han mostrado especial preocupación ante un grupo autodenominado "Querdenker", que puede traducirse como pensadores transversales, surgido del rechazo a las medidas contra la pandemia y a quien se le atribuyen contactos con organizaciones de ultraderecha.

Tres atentados entre 2019 y 2020

La publicación del informe llega poco después de que se conociera la detención de un sospechoso de ser el autor de una serie de amenazas contra varias personalidades de la política y la cultura en cartas anónimas firmadas con las siglas NSU 2.0, con las cuales se conoce el grupo de ultraderecha ya desmantelado Clandestinidad Nacionalsocialista.

En febrero de 2020, nueve personas fueron asesinadas por militantes de ultraderecha en Hanau, en el centro de Alemania. Meses antes, en junio de 2019, un neonazi asesinó al político local Lübcke por su defensa de la política de refugiados, un crimen que conmocionó al país. También en el 2019, en octubre otro ultraderechista intentó irrumpir armado en la sinagoga de Halle (en el este de país), como no lo consiguió, mató a dos personas en la calle.

 

 

Imagen principal, la Puerta de Brandeburgo / EFE