El Estado español avanza poco a poco hacia la legalización del consumo de cannabis con hasta medicinales, una realidad mucho más extendido por el resto de Europa. La última novedad en esta legislación ha llegado este martes, cuando la subcomisión del Congreso que estudia la regulación sanitaria del cannabis ha aprobado el informe con las directivas básicas para que el Gobierno elabore una ley al respecto. El informe ha sido aprobado con el apoyo de PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, PNV y Junts, mientras que Bildu y Esquerra se han abstenido. Antes de que la pelota se acabe situando del todo en el tejado de La Moncloa hay un paso intermedio: la aprobación de manera definitiva de la Comisión de Sanidad de este informe. Sin embargo, según publica elDiario.es, fuentes parlamentarias afirman que el visto bueno de la Comisión de Sanidad es, a estas alturas, un puro trámite.

Así pues, el siguiente paso importante para la viabilidad de esta futura ley se encuentra en manos del Gobierno, el cual es extremadamente favorable a la regulación medicinal. Además, con los votos del gobierno y sus socios de investidura, la ley se podría aprobar sin problema. Después de tres años, esta reivindicación empieza a materializarse entre un ancho consenso.

Solo el Partido Popular y el partido de extrema derecha Vox se ha plantado en contra de la regulación medicinal del cannabis. Los populares, concretamente, alegan que no hay bastante base científica en este ámbito. A pesar de las reticencias de estas formaciones, ya hay dos medicamentos de uso humano autorizados en el Estado español que contienen productos obtenidos del cannabis.

Pequeñas discrepancias

En la votación del informe han aflorado pequeñas discrepancias, en especial entre el PSOE y Unidas Podemos. Estas no afectaban al corazón de la propuesta, sino a los detalles de esta. Se trata de cuestiones como delimitar a qué enfermos pueden acceder a esta medicina, donde se puede dispensar o como se regula su prescripción.

Finalmente, se han llegado a acuerdos como introducir la posibilidad de que se dispensen estos medicamentos a las farmacias comunitarias, hecho que en la primera propuesta no se contemplaba, o la inclusión del dolor oncológico y la endometriosis. También se abre la puerta a valorar "el desarrollo de proyectos experimentales cuando sean solicitados como las sumidades floridas de cannabis (las flores) o con preparados de otro tipo" disponibles a países de la UE. El texto remarca que el cannabis medicinal siempre tendrá que ser recetado por un médico que trabaje dentro del sistema sanitario público. Cada gobierno autonómico acabará teniendo una lista de consumidores.