Las conversaciones entre el presidente de la Generalitat de Catalunya y el presidente español se interrumpieron definitivamente en julio del 2014. Esto es en lo único que coinciden ambos dirigentes en torno a los encuentros privados y públicos que habrían mantenido durante esta legislatura para intentar desatascar la situación de bloqueo en el encaje entre Catalunya y España.

Del motivo de la ruptura de las conversaciones divergen enormemente y ha sido la causa de una disputa esta semana entre el candidato de Democràcia i Llibertat, Francesc Homs, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

La rotura

Ayer, el presidente del Gobierno aseguraba que si se rompió el dialogo fue por el radicalismo del líder convergente, con reuniones en las que "sólo" planteaba "pacto fiscal sí o sí" y "referéndum sí o sí".

La mano derecha de Artur Mas, Francesc Homs, ha negado hoy que fuera así. En una entrevista en Antena 3, Homs ha acusado a Rajoy de "faltar a la verdad", y ha recordado el documento de 23 propuestas, que "no tenían nada que ver con la consulta ni con el pacto fiscal", con el que Mas se presentó en la Moncloa el 31 de julio del 2014.

Pero no sólo Homs ha querido responder a las palabras de Rajoy. El presidente en funciones de la Generalitat también ha recordado esta batería de propuestas, que iban desde la anulación del impuesto a los depósitos bancarios, hasta el cumplimiento de la disposición adicional tercera, y que negaría una ruptura fundamentada en el enroque del líder convergente en las dos cuestiones mencionadas por el popular.

Ahora sí que toca

El líder del PP, Mariano Rajoy, que aspira a repetir como presidente de España aseguró ayer en un acto en el Barcelona Tribuna que su propuesta para solucionar "el 48% de independentistas de Catalunya" pasa por el diálogo, y anunciaba su pretensión de citarse con Mas. "Que el día antes de que terminen las elecciones venga a decir que ahora sí quiere dialogar... francamente, me parece tarde", respondía hoy con contundencia Francesc Homs.

En el entorno popular hace semanas que se entona el discurso que si en su momento se evitó plantear ninguna reforma en el sistema de financiación autonómica fue por algo tan pujoliano como "el ahora no toca". Los de Mariano Rajoy se han empeñado en decir que esta próxima legislatura "será diferente", porque entienden que aumentará la recaudación del Estado y, entonces sí que "se podrá hablar de todo".