La lanzadera de El Prat que hoy la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha puesto como ejemplo de los resultados del diálogo se retrasará y será más cara, según ha explicado el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, durante la visita a las obras.

A pesar de que la previsión era que la infraestructura estuviera en funcionamiento el año próximo, De la Serna ha explicado que esta primera parte de la obra es la más "compleja" y finalizará en diciembre del 2018, mientras que en la segunda fase se abordará la superestructura, las vías y otros elementos necesarios para la circulación de los trenes.

El ministro ha detallado que el 25% de la obra ya está ejecutada y que ya se han invertido 60 de los 285 millones previstos.

La vía tendrá una longitud de 4.495 metros, de los que 3.385 serán soterrados en un túnel que se excavará mediante una tuneladora de 10,60 metros de diámetro.

El ministro ha argumentado que se trata de una tuneladora "singular" que se ha utilizado en obras de alta velocidad y cuyas primeras piezas llegarán el mes de abril, estará montada a lo largo del verano y se empezará a hacer la ejecución en septiembre.

Con este tren, se podrá llegar desde la estación de Sants hasta la terminal T-1 del aeropuerto en 19 minutos.

Santamaría ha destacado que este acceso ferroviario convertirá el aeropuerto de Barcelona en uno de los mejor comunicados de Europa y contribuirá a la cohesión social y la vertebración territorial.