El Ejecutivo de Pedro Sánchez, a pesar de suspender de forma inesperada y unilateral el acuerdo para la ampliación del aeropuerto del Prat, sigue culpando en el Gobierno del fracaso de proyecto de ampliación. Desde el anuncio de la suspensión de la inversión de 1.700 millones de euros ha habido un toma y daca constante entre los dos Ejecutivos que ha incluido reproches cruzados, posibles prórrogas y chantajes en las puertas de la mesa de diálogo.

Una de las ministras más activa en la campaña del Gobierno para culpar a la Generalitat de la crisis del aeropuerto del Prat es Raquel Sánchez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La encargada transmitir la noticia de la ruptura del acuerdo por el aeropuerto, fue de las primeras de acusar al Govern de ser responsable de este fracaso y ha vuelto a hacer.

Desde Ràdio4, la ministra ha descartado la opción de alargar la negociación con la Generalitat para alcanzar un acuerdo que satisfaga las dos partes. "No creo que la solución sea tanto prorrogarse, sino que la Generalitat dé el visto bueno y se ratifique en el acuerdo a que llegó el día 2 de agosto", se ha limitado a decir Sánchez. La ministra no quiere negociar, solo quiere que el Govern que acepte las condiciones de La Moncloa y renuncie a la Ricarda.

Una poco más abierta a la negociación se ha mostrado la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien en una entrevista en Telecinco ha declarado: "La pelota está en el tejado de la Generalitat, siempre estamos abiertos a hablar". La responsabilidad sigue recayendo sobre la Generalitat, pero no se cierra en banda como su compañera de gabinete.

Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, se ha sumado al pressing a la Generalitat. En una entrevista en Onda Cero, Iceta ha asegurado: "La ampliación del Prat requerirá una afectación medioambiental y eso no cambiará y repercutirá en la laguna de la Ricarda",

La sombra de Yolanda Diaz

La estrategia de La Moncloa de culpar al Govern de la inversión que ellos mismos han retirado hace aguas cuando se observan las desavenencias que creaba el proyecto entre los propios miembros del Gobierno. El caso que ha levantado más polvareda han sido el de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

La ministra de Podem ha sido muy abierta en su oposición al proyecto, llegando a visitar la Ricarda y celebrando con Ada Colau la suspensión del proyecto. Los socialistas el gobierno de Sánchez sacan hierro al tema y han asegurado que las acciones de Díaz son por interés partidista.

"No veo que haya discrepancia. Lo que manifestó la vicepresidenta Yolanda Díaz era la preocupación por el tratamiento que se tenía que hacer en este entorno, una preocupación y una sensibilidad que compartimos," ha afirmado Raquel Sánchez.

 

Imagen principal: La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, a la rueda de prensa en la cual anunció que la inversión en el aeropuerto del Prat quedaba suspendida / Efe