Todavía no hay escrito de la Fiscalía ni se ha abierto juicio, pero los tempos parece que irán rápido ahora que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha cerrado la investigación contra la presidenta del Parlament, Laura Borràs, por su práctica como directora de la Institució de les Lletres Catalanes, y la haya dejado a un paso del juicio. Mientras Junts asegura que es una causa que no tiene nada que ver con la corrupción sino con la persecución del independentismo, ERC y CUP no se quieren posicionar todavía sobre qué harán cuando llegue el momento en que se abra juicio y se tenga que decidir si se la suspende o no como diputada.

En medio de todo eso los otros partidos ya han pedido que sea suspendida como diputada cuando sea juzgada y este martes Ciudadanos ha registrado en la Mesa del Parlament una solicitud instando a la Mesa a adoptar el acuerdo de "invitar a la presidenta" a comparecer ante el pleno en calidad de autoridad para dar explicaciones sobre este caso, una petición que el órgano rector ha rechazado. Según han explicado fuentes parlamentarias, se ha desestimado el escrito de Cs porque este procedimiento no está contemplado en el Reglamento del Parlament, y han detallado que se enviará un escrito al partido naranja para comunicar este acuerdo de la Mesa.

Ahora se ha parado el golpe pero muy seguro estallará pronto y supondrá un nuevo reto que pondrá a prueba la unidad del independentismo, malherido después del caso de Pau Juvillà. La CUP hoy desde el atril del Parlament ha reiterado que todavía no se han posicionado pero que cualquier decisión la tomarán teniendo en cuenta la oposición frontal a la corrupción pero al mismo tiempo la causa represiva contra el independentismo. La diputada Laia Estrada ha dicho que se está practicando una practica delictiva, y que en ningún caso se puede equiparar al caso de Pau Juvillà cuando fue inhabilitado, ha asegurado: "Lo que se está investigando es una presunta causa de corrupción". Ayer ERC en rueda de prensa desestimó también posicionarse. Fuentes parlamentarias aseguran que de momento los grupos independentistas no se han reunido de manera oficial para abordar los próximos movimientos.

Cuenta atrás para las licencias

Durante la misma reunión de la Mesa de esta mañana se ha abordado el todavía no resuelto definitivamente caso de las licencias por edad, que permitían a personal del Parlament cobrar sin trabajar en los últimos años de la vida laboral. El Parlament puso punto y final a este privilegio, pero restó pendiente ver qué se hace con quien lo disfruta actualmente y quien ya lo tiene concedido, una solución que los grupos se comprometieron a encontrar antes del 1 de abril. Queda muy poco margen, reconocen fuentes parlamentarias, pero creen que se cumplirá dentro de plazo.

Así, la Mesa ha encargado a los servicios jurídicos una propuesta como base para la negociación colectiva con el Consejo de Personal. Fuentes parlamentarias no han querido concretar el abanico de opciones de esta transitoria, que podría ir desde la revocación hasta dejar las licencias concedidas como están. Si el 1 de abril no hay un régimen definitivo escrito, las licencias por edad concedidas se quedan como estaban. Así, los trabajadores que las disfrutaban lo seguirían haciendo y los que ya las tenían concedidas pero todavía no las cobraban, las disfrutarían en un futuro. Pero la Mesa tendrá la última palabra. Así, si en la negociación no hay acuerdo, la Mesa "tendrá que tomar la decisión".