Hay campañas electorales y luego está la campaña del PP en Catalunya. Una campaña unplugged, que celebra el acto central de campaña en un hotel. Es una campaña donde el protagonismo lo tiene el candidato y la número tres, Alicia Sánchez Camacho, y no el número dos, Jorge Moragas, que ni está ni se le espera. Para compensar esta rareza, el PP envía a Catalunya lo que la formación llama “líderes nacionales”, y hoy le ha tocado salir a bailar a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

A pesar de que la “vice” –o “menina” según la jerga madrileña– es la primera dama del PP, el partido no ha querido arriesgar. Los populares han llevado a Soraya a la Casa del Libro de la Rambla de Barcelona. En un formato minimalista, parecido a la presentación de un libro, ha pronunciado un discurso que no parará las rotativas, pero que ha ilusionado al centenar largo de personas que llenaban el auditorio.

La tropa catalana

Acompañada de Camacho, Soraya ha agradecido a la tropa catalana del partido “haber resistido en tiempos difíciles”. “Habéis aguantado con los que defienden la unidad de España”, ha añadido. La vicepresidenta –ya presidenta para muchos de los asistentes– se ha vanagloriado de la recuperación económica, en la que los populares basan su campaña. “¡Somos el partido del qué se debe! ¡La gente sólo nos pedía dinero para pagar y ahora nos pagan para financiarnos!”.

Soraya ha aprovechado para cargar contra el papel del candidato socialista, Pedro Sánchez, en el cara a cara televisivo con Mariano Rajoy. Lo ha tildado de “macarra” y “de enfangar” el debate. "No es que haya perdido, que lo ha hecho, es que ha perdido muchas opciones para continuar en la vida política, porque a los ciudadanos eso no les gusta y no lo perdonan".

Merienda 'off the record'

Después del minimitin, Soraya ha ido a grabar un anuncio de campaña para levantar los ánimos a los compañeros de filas catalanes, que prevén con resignación el probable castañazo electoral del domingo. “Para ver el Penya-Barça estaré yo el domingo...”, se queja Xavier García Albiol avistando el desastre (el del PP).

Inmediatamente después del anuncio, Sáenz de Santamaría ha invitado a merendar a los periodistas de la campaña. Café, galletas y fruta. Una merienda off the record. Veremos si el 21 de diciembre se puede escribir lo que ha explicado hoy. La menina ha salido del cuadro, ha tomado el AVE y, como Dolores de Cospedal la semana pasada, ha hecho de gran número dos de Jorge Fernández, el candidato ministro o, mejor, más ministro que candidato.