La fiscalía ha rechazado la aplicación del artículo 100.2 en Oriol Junqueras y también se ha opuesto a la ampliación del de Dolors Bassa. En la línea de lo que está haciendo con todos a los presos independentistas, también ha presentado un recurso de apelación por el 100.2 de Jordi Cuixart, una vez el juzgado de vigilancia penitenciaria lo autorizó a pesar de la oposición del ministerio público. Los argumentos son recurrentes, como que se está aplicando un grado intermedio entre el segundo y el tercero, o bien que los presos no están arrepentidos de los hechos por los cuales fueron condenados.

En el caso de Junqueras, la fiscalía remarca que "sigue justificando su actividad delictiva", y remarca que no fue condenado por su ideología, sino "por la forma de intentar llevarla a cabo fuera de los caminos legales". Cita declaraciones del exvicepresidente a diferentes medios en esta línea.


También subraya que la aplicación del 100.2 "no influirá de forma positiva en las carencias de tratamiento" de Junqueras.