Sólo quedan dos reuniones para cerrar el ciclo de conversaciones entre JxSí y la CUP. La casualidad ha querido que estén justo después de las elecciones españolas que han otorgado la victoria a la confluencia de En Comú Podem que defiende el referéndum. Unos resultados que han hecho mirar con una pizca más de perspectiva la situación y la estrategia de cara la asamblea del 27D. La CUP se ha reubicado gracias al 20D, mirando el fenómeno de En Comú Podem y más concretamente de su alma mater, Ada Colau.

Los resultados en Catalunya hicieron reaccionar inmediatamente a la CUP que a una semana de la asamblea remitió un comunicado a la una de la noche, con lo que insistía a Junts pel Sí a fin de que presentara un candidato alternativo a Artur Mas para presidir a la Generalitat. Según la tesis de la CUP, el resultado del 20D en Catalunya, con En Comú Podem y ERC  arriba de todo del podio también obliga los junteros a "mejorar el plan de choque".

Aprovechar el desconcierto

Las reacciones han continuado a través de varias voces influyentes en la biosfera cupaire. Por ejemplo, el antropólogo Manuel Delgado, que cerró la lista de la CUP el 27S, ha escrito en su Facebook que En Comú Podem ha arrancado de cuajo votos a la CUP y que "la situación de inestabilidad política que se auguró en España hace inminente un acuerdo entre CUP-Junts pel Sí  y una reanudación –ahora ya irrevocable– del proceso". Para Delgado, hay que aprovechar que "delante no hay nadie".

"Hay un gran caos bajo el cielo, la situación es excelente". Esta ha sido la frase del diputado Albert Botran que ha pedido prestada a Mao Zedong para glosar el resultado del 20D. Botran es miembro de Poble Lliure, sector más partidario al acuerdo con JxSí. De hecho, muchas de las voces cupaires abonan la teoría que el desbarajuste del resultado electoral es una oportunidad para construir la república.

Presión hacia ERC

Otras voces dentro de la CUP insisten en que no se puede investir presidente al jefe de filas de una formación que es la quinta fuerza política en la demarcación de Barcelona. "Los resultados fortalecen los que no quieren Mas ni en pintura", añaden las mismas fuentes. Por eso, muchos cupaires miran ahora ERC a fin de que sujete dentro de JxSí y ayude a cambiar al candidato en pro de un acuerdo.

¿Frente popular por el referéndum?

Por otra parte, los sectores más escorados a la izquierda de la CUP también sopesan en la asamblea del domingo bloquear una virtual investidura de Mas para ir a elecciones en marzo. Esta estrategia pasaría por agrupar en un mismo frente a los colauistes, ERC, la CUP y los grupos que les dan apoyo en torno al derecho a decidir o el referéndum.

Una posibilidad que dirigentes de En Comú Podem miran con más que simpatía. Incluso, los confluentes destacan que la CUP puso sobre la mesa del acuerdo con JxSí la posibilidad de entendimiento con Catalunya Sí que es Pot. Una idea que se mantiene abierta porque una de las cuatro preguntas que se formularán en la asamblea a las bases cupaires es si apoyarían a negociar una investidura con JxSí con dos abstenciones de CSQP.

Una confluencia soberanista que podría llegar a la mayoría social que ahora habría quedado corta con el proceso de ruptura. Asimismo, los spin doctors de esta teoría calculan que el apoyo al referéndum podría ser ampliado en el Parlament gracias a CDC que no podría renunciar a este objetivo. En resumidas cuentas, los impulsores de esta estrategia contemplamos que el referéndum tendría el soporte y con creces de los dos tercios de la cámara.