"Si Mas diera el paso, la Meridiana llevaría su nombre". Con esta frase, sintetiza uno de los veteranos cuperos a El Nacional la "incomprensión" que para la formación independentista y anticapitalista supone "la tozudez" de Artur Mas de presidir un virtual gobierno independentista. Una reflexión pronunciada justo al día siguiente de la maratoniana reunión que mantuvieron en el Hotel Ayre de Barcelona la CUP y JxSí para intentar no ir a elecciones.

Una reunión que se podría repetir esta tarde. De momento, la CUP espera en el cuartel general de la formación en la calle Casp de Barcelona mientras los móviles arden entre llamadas, whatsapps i telegrams.

Pocas esperanzas

De todos modos, fuentes de la CUP no esperan nada de este encuentro. De hecho, esta mañana, hacia las doce del mediodía iban llegando diputados y miembros del secretariado a la sede del partido como Anna Gabriel o Albert Botran, que ayer participaron del encuentro junto con Laia Altarriba y el veterano Hugo Alvira.

En cualquier caso, la CUP quizás dará explicaciones esta tarde a través de un comunicado o una comparecencia.

La divisa de los cuperos será la misma que la de los últimos días: no investir a Mas. Una opinión que a su parecer ha venido reforzada por las últimas apariciones públicas de Mas que interpretan como "agresivas".

La CUP también pide el acuerdo con la premisa que "nunca se ha levantado de la mesa" pero tiene asumido que el panorama es ir a elecciones porque no ve JxSí retirando a Mas a última hora. Por lo tanto, tocaría preparar la logística de la campaña electoral que como primer punto en el calendario tiene el 21 de enero para presentar coaliciones y el 25 para cerrar candidaturas.