Ya hace más de un mes que Esquerra Republicana se aseguró el apoyo —imprescindible— de los nueve diputados de la CUP para la investidura de Pere Aragonès. Los anticapitalistas están al corriente de la evolución de la negociación entre los republicanos y Junts per Catalunya, una espera que viven con "preocupación y rabia" por la demora del acuerdo. Su  a Aragonès seguirá vigente siempre que el pacto al que llegue ERC con los junteros no enmiende el que ya tienen suscrito con ellos. "Si el acuerdo se rompe, el compromiso se rompe", advierten.

En una entrevista en RTVE, el diputado y miembro del equipo negociador cupaire Xavier Pellicer ha puesto en valor la actitud "proactiva" de la CUP para permitir que la legislatura y el gobierno empiecen a funcionar. Desde su punto de vista, las bases pactadas con ERC son "perfectamente asumibles por Junts".

En este sentido, desde la CUP emplazan al partido de Puigdemont a "asumir el nuevo rol que le toca dentro del independentismo". En dos direcciones, que ha llegado el momento de que sea ERC quien lidere el procés, y que el nuevo gobierno deberá imprimir un claro giro a la izquierda. La advertencia llega al día siguiente de que algunos consellers de Junts hayan puesto en entredicho algunos de los puntos del documento ERC-CUP. Concretamente, la derogación del decreto de energías renovables y la moratoria inmediata del uso de balas de foam.

Aval a un gobierno de ERC en solitario

Los anticapitalistas coinciden con ERC en que es urgente poner en marcha el nuevo gobierno de Aragonès y colaborarán a que eso pase, sea con Junts dentro o fuera del ejecutivo. Que Junts forme parte o no del gobierno no es "un problema" para la CUP. Su prioridad es "poner fin a los tres últimos años de desgobierno".

En relación a la mesa de diálogo, uno de los obstáculos en la negociación, recuerdan a los junteros que ellos también reniegan, pero que están dispuestos a dar a ERC dos años de margen para ver si sacan provecho. Eso sí, sin participar y con la condición que en paralelo se vayan preparando las bases para "un nuevo embate" en forma de referéndum unilateral.

Acompañar, entrar o confrontar al Govern

De momento, el papel de la CUP durante los primeros compases de la legislatura será el de acompañar al gobierno de Aragonès desde fuera, sin descartar la posibilidad de entrar "en una segunda fase", por ejemplo, "para ir a hacer un referéndum o para universalizar servicios básicos". También avisan de que si comprueban que se incumple el acuerdo suscrito, no dudarán en saltar a la oposición, donde han estado durante la pasada legislatura.

En la imagen principal, el diputado Xavier Pellicer. / ACN