A diferencia de lo que había sucedido en anteriores legislaturas, cuando la investidura había estado pendiente de los tempos de la CUP, esta vez los anticapitalistas han sido los primeros en garantizar su apoyo al candidato a president. Hace semanas que cerraron un acuerdo con ERC y ahora apremian a los republicanos para hacer lo mismo con Junts. "Ya no es que vayamos tarde, es que vamos tardísimo".

Durante una rueda de prensa en el Parlament, el diputado Xavier Pellicer ha confirmado que mantienen las vías abiertas de negociación con los dos partidos y que en las últimas semanas han mantenido encuentros, también a tres, con republicanos y junteros, durante los cuales se ha adelantado en materia de políticas de seguridad y orden público. Con todo, los cupaires lamentan la lentitud negociadora entre ERC y Junts y les recuerdan que "la triple crisis social, económica y política" necesita "respuestas urgentes". Ponen como ejemplo los más de veinte desahucios que se produjeron en Barcelona la semana pasada.

En este sentido, reclaman que la cumbre de Lledoners de este martes "sirva para llegar a un acuerdo que dé respuesta a las necesidades urgentes de país". A criterio de la CUP es imprescindible que unos y otros acaben con el "tacticismo" y las luchas "partidistas" para "salir del callejón sin salida".

El salto al Govern

Sobre la posibilidad verbalizada por las dos partes los últimos días de explorar la viabilidad de un gobierno sin Junts per Catalunya, los anticapitalistas han explicado que la opción que Junts se quede fuera tampoco les parece mal. Es decir, que darían apoyo a la investidura de Aragonès, si fuera el caso. Eso sí, preguntados por la posibilidad de entrar al gobierno si Junts cae de la ecuación, Pellicer ha dejado claro que por ahora, "el acuerdo de mínimos" que han suscrito con ERC "es suficiente para iniciar la legislatura pero nada más".

Si bien la CUP mantiene la puerta abierta a dar el salto al gobierno de Aragonès, eso no pasaría de entrada, sino que se estudiaría más adelante. El documento que pactaron hace semanas con los republicanos incluye una revisión del acuerdo al ecuador de la legislatura, en el 2023, cuando el presidente se someta a una cuestión de confianza. Sería entonces cuando los anticapitalistas podrían repensarse su rol.

En la imagen principal, los diputados de la CUP en el Parlamento. / S. Alcàzar