La crisis económica no ha afectado sólo a la vida de los adultos. Desde que empezó, en torno al 2008, se han incrementado los trastornos de conducta en niños y adolescentes en el Estado español. Así lo ilustra un informe desarrollado por el Hospital Sant Joan de Déu en colaboración con los Laboratorios Ordesa, que se presentará este jueves por la tarde.

A través de varias encuestas realizadas a padres, profesores, pediatras y profesionales de la salud mental, el informe quiere hacer llegar las recomendaciones dirigidas a "cubrir las necesidades actuales para un correcto abordaje de estos problemas", como anuncian en su web.

La razón del incremento de estos trastornos es el aumento de las familias con problemas económicos y todos los cambios sociales que se están produciendo en estos últimos años.

Cambio de valores

La crisis económica no ha sido la única causante de este incremento de los desórdenes. También lo ha sido la crisis de valores. El individualismo ha pasado por delante del concepto de grupo, la necesidad de recompensa inmediata se ha vuelto demasiado urgente y la poca tolerancia al malestar ha convertido la ciudadanía en una sociedad impaciente.

Todo eso afecta de manera directa a los menores. Un 60% de los padres encuestados aseguran que sus hijos manifiestan algún trastorno de comportamiento, entre los cuales destacan los problemas de aprendizaje. Otros desórdenes implantados en las vidas de los más pequeños tienen que ver con trastornos de déficit de atención, hiperactividad, falta de relaciones sociales o síntomas de trastornos negativos desafiadores.

Ante esto, los padres reclaman que se incrementen los recursos asistenciales para tratar los problemas de comportamiento y, de su lado, los profesores reivindican una actuación inmediata pero no sólo desde el aula.