El actual presidente de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, ha anunciado este martes la convocatoria formal del congreso del partido el próximo 4 de junios y su renuncia volver a presentarse a su cargo. De manera que el presidente en el exilio y eurodiputado de Junts no se volverá a poner al frente del partido durante un nuevo mandato. Puigdemont ha dado a conocer la suya de edición a través de una carta a la militancia del partido.

La carta que han recibido los militantes de Junts sobre la decisión de Puigdemont y la convocatoria del congreso del partido es la siguiente:

"Queridos compañeros y amigos,
La ejecutiva nacional ha acordado convocar el congreso de nuestro partido el próximo día 4 de junio, en Argelers, en Catalunya Norte. Tal como especifican los estatutos, la convocatoria me corresponde a mí en tanto que presidente del partido y por eso os envío este mensaje, a fin de que se pueda poner en marcha la maquinaria que lo tiene que hacer posible.

Esperamos mucho, de este congreso. Todos estamos de acuerdo que es necesario que, pasados ya dos años de nuestra fundación, reforcemos y preparemos el partido para los retos que tienen que venir. Hemos superado la etapa fundacional, no sin obstáculos y problemas, y teniendo que coger retos en condiciones muy difíciles. Nuestro nacimiento en plena pandemia, nuestro congreso celebrado de manera virtual y al cabo de poco tener que preparar unas elecciones nacionales son adversidades que pocas formaciones habrían estado en condiciones de superar con los resultados que nosotros hemos obtenido. En este sentido, el partido debe un agradecimiento inmenso a todas las personas que han asumido tareas directivas, liderazgos electorales y responsabilidades institucionales; de una manera muy explícita quiero agradecer la dedicación sin límites que el secretario general, Jordi Sànchez, ha tenido con el partido. Él asumió las riendas desde la prisión, en su condición de preso político, y eso también es un elemento que queda incrustado en la historia de nuestro partido para que no se nos olvide nunca de donde venimos, las razones por las cuales hacemos política y las adversidades que tenemos en frente.

El congreso tiene que proceder a la renovación de todos los cargos, hecho que en democracia es siempre saludable. Sea para ratificar personas y mandatos, o sea para cambiarlos. La dirección del partido tiene que orientarse, como he dicho antes, a los nuevos retos que tenemos en frente. En esta orientación le hará falta una dirección que encaje en estos retos y que tenga la plena capacidad y dedicación para liderarlos. De un tiempo a esta parte he llegado a la conclusión de que al partido le hace falta una presidencia más implicada de lo que yo no he sido; este fue, de hecho, un compromiso mío y tengo que agradecer el respeto que todo el mundo ha tenido y que me ha permitido mantener la estrategia que llevamos desde el exilio y que no es, ni tiene que ser, la de ningún partido en particular. Pocas formaciones políticas habrían tenido la generosidad que ha tenido nuestro partido y que habéis tenido vosotros, como afiliados, respeto hacia este compromiso personal.

Pero ahora es necesario, a mi entender, que el partido tenga una nueva presidencia. Que participe permanentemente de las reuniones ejecutivas, que participe a fondo de las decisiones políticas que haya que adoptar. Por eso no presentaré mi candidatura a la renovación de la presidencia del partido, aunque me gustará mucho y me oiré muy honrado poder despedirse como presidente de manera presencial, al lado de todos vosotros. Junts per Catalunya es mi partido; asume en sus postulados fundacionales aquello que me llevó a hacer política, aquello que me llevó a aceptar la presidencia de la Generalitat de Catalunya, aquello que nos ha llevado al exilio y a la prisión, y a continuar el trabajo que tenemos pendiente de hacer. Ningún partido es perfecto, y el nuestro todavía menos porque tiene menos experiencia y un montón de adversidades exteriores; pero estoy muy satisfecho que el nuestro no haya sido un partido en el sentido clásico, vertical, rígido y con pensamiento único. Esta actitud nos aleja de la tentación sectaria en que suelen caer determinadas organizaciones muy rígidas y de gobernanza muy vertical, aunque también hace mucho más exigente y compleja la gestión ordinaria y a menudo es usada por nuestros adversarios como una señal de debilidad. Todo lo contrario, la democratización de la sociedad pasa por la democratización de los partidos en su vida interna y en su posicionamiento público. A las democracias más avanzadas de Europa, el debate en el interior de los partidos no es ninguna señal de debilidad sino de riqueza democrática, y eso es lo que Junts per Catalunya entiende cuando fomenta las corrientes internas y cuando no tiene miedo del debate y la confrontación de ideas. Naturalmente, con la consecuente asunción colectiva de las decisiones tomadas por la mayoría, que es la regla de oro del funcionamiento democrático.

Animo a aquellas personas que dentro de Junts per Catalunya tienen una demostrada capacidad de liderazgo para que asuman esta responsabilidad. La persona que asuma la presidencia contará con mi apoyo de entrada, y podrá contarme entre los millares de afiliados con que damos vida al partido.

Estoy más que convencido de que sabremos hacer a un congreso potente, eficaz, que dé un gran empuje que nos sitúe en las mejores condiciones para afrontar todos los retos que tenemos en frente. Y que recuerde a todo el mundo, especialmente a aquellos a quienes molestamos y a quién les molesta que existamos, que Junts per Catalunya es un partido imprescindible si se quiere hacer política en Catalunya y para Catalunya.

¡Hasta muy pronto!

Carles Puigdemont y Casamajó"