Junts pel Sí y la CUP han rechazado este jueves las comparecencias de Joan Vintró y Xavier Arbós, catedráticos de derecho constitucional, en el marco de la Comisión del Reglamento. Ante este hecho, la oposición ha cargado contra la actuación de Junts pel Sí y la CUP y les han criticado que "se crean que el Parlament es suyo".

El PSC pidió la comparecencia de Arbós, coincidiendo con CSQP, que también pidió la ponencia de Vintró a fin de que pudieran "iluminar un debate que se ha vuelto de cierto calado político", ha asegurado al líder de CSQP, Lluís Rabell. Como ha afirmado, la discusión de la reforma del reglamento ha generado mucha polémica ya que, en caso de aprobarse, permitirá tramitar las proposiciones de ley por lectura única y a instancias de un solo grupo, lo que agilizará la aprobación de las denominadas leyes de desconexión.

Por este motivo, los grupos de la oposición se manifestaron en contra de la propuesta de Junts pel Sí desde el primer minuto, hasta el punto de negarse a asistir a la ponencia conjunta creada para dar el pistoletazo de salida a la reforma del reglamento. A pesar de la ausencia a la ponencia conjunta, todos los grupos han asistido este jueves a la Comisión del Reglamento pero se han mostrado descontentos con los resultados.

Las solicitudes de comparecencias presentadas por PSC y CSQP, y en las cuales Ciutadans ha dado apoyo, han sido rechazadas por Junts pel Sí y la CUP. El presidente de Junts pel Sí, Jordi Turull, y el diputado de la CUP Benet Salellas han considerado que las ponencias no eran necesarias ya que "son los letrados del Parlament los qué más saben de este asunto y a quien más hay" que "escuchar".

Acabada la comisión, el diputado de Ciutadans José María Espejo-Saavedra ha lamentado la actuación de Junts pel Sí y ha criticado que "se crean que el Parlament es suyo". En esta misma línea se ha pronunciado la portavoz de los socialistas catalanes, Eva Granados, que ha asegurado que "la mayoría independentista quiere una desconexión amordazando la oposición" y ha afirmado que se trata de un hecho "indignante". En su declaración a los medios, Granados ha recordado que Junts pel Sí y la CUP también vetaron todas las comparecencias que se tenían que dar en la Comisión Santi Vidal, dejándola así en vía muerta.

Rechazadas las comparecencias, los grupos tendrán un periodo de diez días aproximadamente para presentar enmiendas al articulado. A partir de allí se reunirá una ponencia para debatir sobre las enmiendas y estas se presentarán y debatirán en la comisión. Con todo, se espera que la reforma del reglamento pueda estar terminada en junio para poder votar las leyes de desconexión en el pleno de julio.