“Los acontecimientos se precipitan. Son momentos de incertidumbre”. Con estas palabras se ha expresado el presidente de ERC, Oriol Junqueras, después de que la cúpula republicana ha constatado la preocupación por el no de la CUP a la investidura y ha concluido que ha llegado el momento de mover ficha. Y la ficha se llama Artur Mas. Así lo ha apuntado en la rueda de prensa posterior a la reunión el líder republicano y así se le dirá a CDC en la reunión matinal de la dirección del grupo parlamentario de JxSí, según ha sabido El Nacional.

Junqueras ha hablado ya con Mas. También lo ha hecho a las seis de la tarde de este lunes Raül Romeva, el cabeza de lista de JxSí, en una reunión que han concertado por la mañana y que lo ha obligado a marcharse de la ejecutiva republicana antes de tiempo –la ejecutiva ampliada da entrada a los independientes de las listas de ERC–. Los dos han querido transmitir a Mas el giro que se ha producido en el proceso y la complejidad de la situación creada.

No han sido los únicos. Otros miembros de la candidatura han hecho llegar al president en funciones sus mensajes. También dirigentes que no son diputados en el Parlament, como los republicanos Joan Tardà y Gabriel Rufián que han hecho pública su opinión a través de tuits.

Reunión de JxSí

Este martes en las 9.30 será la cúpula del grupo parlamentario quien tendrá que hacer frente al debate. Posteriormente se trasladará al grupo parlamentario.

Mas no podrá seguir el encuentro porque a aquella hora tiene que presidir la reunión del Govern y acto seguido tendrá que comparecer en rueda de prensa en el Palau de la Generalitat.

Ante la ejecutiva de ERC, Junqueras ha asegurado que JxSí es un invento formidable que ha demostrado que el independentismo puede ir junto y, por lo tanto, no se entendería que ahora se rompiera.

Esta es una de las claves del movimiento que se pide a Mas. Sin el líder convergente el proceso no saldrá adelante y no habrá independencia, se ha constatado en la reunión.

Acuerdo de Mas

Nada se hará, por lo tanto, si el president de la Generalitat en funciones no está de acuerdo. De momento, los primeros pronunciamientos apuntan a que la respuesta de CDC cierra la puerta a ceder la cabeza de su candidato. Y eso no ha pasado desapercibido en la reunión.

Si Mas se aviniera, la voluntad sería darle un claro protagonismo en el proceso, porque la transversalidad de este movimiento, como se ha encargado de recordar Junqueras, es clave para garantizar su posición mayoritaria.

Pero la ejecutiva republicana ha demostrado las dificultades con que tropieza ahora el camino hacia la independencia, en caso de que se den por descarriladas irremediablemente las conversaciones.

Incluso, a pesar del convencimiento de algunos de los presentes de que unas elecciones darían la victoria a ERC, la coincidencia fue muy amplia en el sentido de que la oportunidad que plantea JxSí es imposible de volver a repetirla.

Estabilidad

Pero el precio que tendría que pagar la CUP ante la retirada del candidato de JxSí sería un compromiso claro sobre la estabilidad de la legislatura, empezando por los presupuestos. Esta es una de las preocupaciones de ERC hace semanas, y así lo dejó caer Junqueras durante la rueda de prensa posterior a la reunión.

Una parte de Junts pel Sí, por lo tanto, se resiste a aceptar que la negociación para la investidura se haya acabado. Todavía quedan seis días y la presión se está trasladando de nuevo a Artur Mas.

(Foto: Sergi Alcàzar)