Justo se cumple un año que la grieta entre JxCat y Esquerra se ensanchaba, cuando el presidente del Parlament, Roger Torrent, suspendía —sin previo aviso— la sesión para investir al presidente Puigdemont. Y de aquellos polvos, estos lodos. Esa decisión marcaría un antes y un después en las relaciones entre los socios de Govern. Y todavía escuece. Hoy Junts per Catalunya se encarga de recordarlo con un vídeo publicado en las redes sociales, tan elocuente como contundente.

"Hoy hace un año que se tendría que haber celebrado el pleno para restituir al presidente legítimo de Catalunya". El vídeo arranca con estas palabras de Albert Batet, refiriéndose a aquel polémico 30 de enero de 2018. El Tribunal Constitucional había emitido una resolución ordenando la suspensión del pleno si el candidato no estaba presente físicamente. Es decir, prohibía una investidura telemática o por delegación. Todo como respuesta a un recurso presentado por el gobierno Rajoy. 

A Batet le siguen varios dirigentes y diputados de JxCat que pronuncian una retahíla de frases lapidarias como que investir a Puigdemont "lo había decidido la ciudadanía en las urnas y lo había acordado mayoría parlamentaria independentista". Por lo tanto, dando a entender que cancelar el pleno fue una traición a los electores.

A lo largo de un minuto y cuarenta y tres segundos, los mensajes evolucionan hasta llegar a una conclusión. Que las injerencias y la represión por parte del Estado hayan continuado a pesar de los intentos de diálogo durante todo este último año "evidencia que la decisión correcta era y es investir a Puigdemont". Y acaba con un aviso, que el compromiso para restituir "al presidente del 1-O" sigue vigente. Por eso emplaza a todas las fuerzas de la mayoría independentista a trabajar para hacerlo posible.