En plena apertura de contactos entre el independentismo y el Gobierno de España, Junts per Catalunya aprovecha para marcar perfil propio y poner encima de la mesa sus condiciones para el diálogo. Los dos elementos principales, el impulso del ejercicio de la autodeterminación "en el plazo más breve posible" y que los contactos entre los gobiernos catalán y español sean arbitradas por una "mediación internacional".

Son dos de los apartados de la nueva moción que han presentado los de Torra y Puigdemont, y que se votará en el próximo pleno del Parlament, el del 22 de enero. El escrito también "emplaza a todos los actores del independentismo a participar de un espacio en donde se pueda debatir qué y en qué condiciones" la Generalitat puede negociar con el Estado español. El documento es prácticamente idéntico al que JxCat pretendía votar antes de Navidad, pero que acabó aparcando a petición de ERC, que se encontraba en plenas conversaciones con el PSOE para la investidura de Sánchez.

De ahí que algunos de los puntos puedan parecer caducados, como que es "imprescindible el reconocimiento institucional al máximo nivel entre el Govern de Catalunya y el Gobierno", concretamente entre presidencia de la Generalitat y presidencia española. El propio Pedro Sánchez ya ha manifestado que reconoce el presidente Torra -a pesar de la Junta Electoral Central- y de hecho ambos ya han acordado reunirse para fijar las bases de la mesa de diálogo entre gobiernos.

El escrito califica la decisión de la JEC de apartar a Torra de "golpe de estado" y da apoyo, por otra parte, a que Oriol Junqueras pueda ejercer sus funciones como eurodiputado. En el redactado, JxCat aprovecha para expresar la necesidad de "promover un cordón sanitario a la ultraderecha para evitar su normalización política en las instituciones".