Lo mínimo que podía hacer Manuel Marchena era renunciar a presidir el CGPJ y el Tribunal Supremo. Así lo ha asegurado este martes el portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, que ha dicho que el siguiente paso tiene que ser apartarse del caso 1-O. "No puede estar ni una hora más al frente de la causa", ha asegurado. Ha denunciado lo que considera "un 155 judicial" y se ha cuestionado que pueda haber un juicio justo en este contexto.

"Las togas del 155 trabajan por la venganza, cuando tendrían que trabajar por la justicia", ha criticado Eduard Pujol. Ha subrayado que sólo es el último episodio que evidencia la falta de separación de poderes. "Las pruebas un día vienden del PP, otros del PSOE y otros de Ciudadanos", ha indicado. Ha subrayado que el reparto de cargos del CGPJ se ha hecho entre socialistas y populares.

Ante este "panorama", el portavoz adjunto de JxCat se ha preguntado qué garantía tienen los presos políticos de un juicio justo. "Ninguna", ha sentenciado. En este sentido, ha apuntado que la imparcialidad de Marchena está "como mínimo cuestionada". Y ha advertido: "Un juicio justo no es el mercadeo de las penas posteriores".

Con motivo del 20-N, día de la muerte del dictador Francisco Franco, Pujol también ha querido denunciar que "desgraciadamente lo que representaba no murió del todo", sino que "sigue bien vivo". Las "reminiscencias", ha dicho, "están presentes en la sociedad, en la política y en el poder judicial". Ha expresado la preocupación de su grupo por el "repunte del franquismo sociológico", que también se ve en casos como el del CGPJ.

Finalmente, el parlamentario de JxCat se ha referido a la sentencia del Tribunal de Estrasburgo de este martes, que ha exigido la libertad de un diputado kurdo que llevaba más de un año y medio en prisión cautelar, por haber vulnerado sus derechos políticos y los de sus electores. "Hay demasiadas similitudes entre este caso y el de nuestros presos políticos", ha defendido Pujol.