Los negociadores de JxCat y ERC han planteado a la CUP la posibilidad de una cuestión de confianza en el plazo de un mes para que den apoyo a la investidura de Jordi Turull. La propuesta se basa en que la cuestión de confianza quedara enmarcada dentro del periodo de tiempo de dos meses de qué dispone la Cámara para plantear un nuevo debate de investidura, y apareciera como una segunda vuelta en que se pueda abordar el programa de Govern.

Esta oferta, avanzada por el diario Ara y que ha confirmado El Nacional, se basa en que en estos momentos la negociación se tiene que plantear como una "estrategia anti-represiva" frente al acoso del Estado al independentismo. Mañana, viernes, Turull tendrá que comparecer ante el juez Pablo Llarena para que le notifique su procesamiento, y no se descarta la posibilidad que dicte medidas cautelares que provoquen el encarcelamiento de los seis diputados encausados.

La posibilidad de que el candidato se sometiera a una cuestión de confianza ya se había planteado cuando se negociaba la investidura de Jordi Sànchez, aunque se situaba a la mitad del mandato y no como una segunda vuelta de la investidura. También Artur Mas planteó esta oferta a la CUP cuando negociaba la investidura a finales del 2015, mientras que el president Carles Puigdemont se sometió a esta votación después de que los cupaires tumbaron sus presupuestos.

Ahora mismo, una de las desazones que está provocando las dificultades con que está chocando la negociación con la CUP es el el hecho que la votación de esta tarde pondrá en marcha el reloj de la investidura. Eso ha provocado que sobrevuele sobre l Parlament la posibilidad de que se pudiera cancelar el pleno, aunque fuentes próximas a la presidencia descartan que este sea un escenario que ahora mismo esté encima de la mesa. Una vez se haya hecho la primera votación, el Parlament dispondrá de dos meses para conseguir escoger al president de la Generalitat. En caso contrario, la Cámara quedarà disuelta automáticamente.