Fue el detonante que hizo estallar la legislatura. Y las cenizas todavía humean. La aceptación por parte de la cámara catalana de retirarle el escaño a Quim Torra el pasado 27 de enero llevó al president a anunciar un adelanto electoral. En paralelo, y mientras todavía dure su mandato, Junts per Catalunya persiste en la batalla para que pueda volver a ser diputado y lo hace poniendo contra las cuerdas a Esquerra Republicana, a través de una iniciativa parlamentaria que se votará en marzo.

Como respuesta a la expulsión de Torra de su escaño, JxCat registró en el Parlament una propuesta de resolución sobre "la defensa de los derechos del presidente de la Generalitat como diputado". En dicho escrito señalan directamente al secretario general del Parlament, Xavier Muro, como el responsable de la decisión de apartar a Torra y exigen que se "confirme su condición de diputado".

En cambio, los republicanos proponen corregir el redactado para matizarlo. En las enmiendas que han presentado —y que se han publicado hoy en el boletín oficial del Parlament—, plantean sacar del foco al secretario general de la cámara y apuntan exclusivamente a la Junta Electoral Central y al Tribunal Supremo como los responsables "de usurpar el acta" de Torra.

En relación al segundo punto, el que pide que se confirme que el president es diputado —en contra de la orden de la JEC y la instrucción del secretario general—, ERC prefiere que se reescriba el texto original y se deje en "adoptar todas las medidas posibles para revertir los acuerdos de la JEC y poder restituir al MHP de la Generalitat".