Frente común contra el presidente del grupo parlamentario de Ciudadanos por su intervención esta mañana durante la sesión de control en el Parlament. Hasta cinco de los siete grupos de la cámara, todos menos el PP y Cs, han entrado un escrito a la Mesa para reclamar que adopte "medidas disciplinarias" ante las "intolerables insinuaciones machistas y sexistas" sobre "las relaciones personales de diputados y diputadas de esta cámara por parte de Carlos Carrizosa".

La queja formal, que firman Junts per Catalunya, Esquerra Republicana, el PSC, Catalunya en Comú y la CUP, ya ha sido entrada en el registro del Parlament y ahora el máximo órgano de la cámara, que ejerce de tribunal, deberá determinar qué decisiones adopta. Si por ejemplo le pide que se retracte públicamente o se plantea una expulsión temporal.

La polémica nace de las afirmaciones que Carrizosa ha hecho en el hemiciclo durante la sesión de control al president. El líder de Cs ha apuntado contra hasta ocho miembros del espacio Torra-Puigdemont. "Más que una bancada de Govern parece una rueda de reconocimiento", ha sentenciado. ​

El inicio de la intervención tenía un vínculo lógico con la actualidad. Le ha preguntado a Torra si preveía cesar al secretario general de l'Esport, detenido hace un par de semanas presuntamente por haber desviado fondos públicos "hacia el entorno convergente". El presidente le ha respondido que todavía no conocía "los detalles del caso", pero que, sea como sea, "con la corrupción, tolerancia cero".

A partir de aquí se ha abierto la caja de los truenos. Y Carrizosa ha empezado a señalar a "la bancada que tengo delante". Primero a los consellers Damià Calvet y Jordi Puigneró, que "vienen de Sant Cugat, el epicentro del 3%". Después contra la consellera Meritxell Budó, "porque pagaba viajes a Waterloo y tuvo que devolver el dinero". El siguiente, otro miembro del Govern, el titular de Interior Miquel Buch, "investigado por pagar con dinero público a un asesor que hacía de escolta de Puigdemont".

Pero no ha acabado aquí. Una vez ha acabado con los integrantes del ejecutivo, ha seguido con varios miembros de Junts per Catalunya: Artadi, Borràs, Dalmases, Madaula. Y aquí es donde el patinazo ha sido mayor. Le ha pedido que dé explicaciones sobre las "mordidas de Catdem al Palau de la Música, cuando su amigo, el señor Colomines, era el director".