La mayoría independentista se ha puesto de acuerdo para sacar adelante una resolución unitaria. Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y la CUP han registrado este mismo jueves por la mañana, minutos antes del inicio del pleno del Parlament, una enmienda transaccional que reconoce la legitimidad de Carles Puigdemont, pero no "reitera" la declaración de independencia, como pedían los cuperos.

Un reclamo de la CUP que sí ha sido aceptado por las dos fuerzas mayoritarias ha sido la reivindicación del 1-O como fuente de legitimidad. Concretamente, la resolución "exige que cesen las injerencias del gobierno del Estado ante las instancias jurisdiccionales y el Tribunal Constitucional que pretenden impedir la materialización de esta voluntad democrática de los representantes del pueblo de Catalunya, así como la que fue legítimamente expresada en el Referéndum de autodeterminación de Catalunya del 1 de Octubre".

Con respecto al reconocimiento de Carles Puigdemont, se mantiene intacto el punto de la resolución original de JxCat, donde se dice que el president fue avalado el 21-D "para ser el legítimo candidato del Parlament a la presidencia de la Generalitat" y que "sigue contando con la mayoría parlamentaria suficiente" para ratificarle la confianza.

 

La enmienda de la CUP que pedía la "reiteración" de la declaración de independencia la hizo aterrizar de nuevo en el Parlament, cuando ya parecía enterrada. Después de las amenazas de la Fiscalía de actuar contra los miembros de la Mesa, y de las negociaciones de última hora, la mayoría independentista ha podido encontrar un consenso evitando nuevos frentes legales.

Transacción sin enmiendas

Según han explicado fuentes parlamentarias, al tratarse de una enmienda transaccional —fruto de la negociación de varios grupos con relación a enmiendas presentadas— el texto resolutivo que sale no tiene que ser admitido a trámite por la Mesa de la cámara, sino que va directamente al pleno. El órgano se ha reunido una hora antes del pleno para abordar las peticiones de reconsideración de Cs, el PSC y el PP contra las enmiendas de la CUP, un trámite finalmente innecesario.

El problema radica en otra parte. Para sortear posibles accisons judiciales, la mayoría independentista trata de llevar al pleno el texto transaccionado sin admitir a trámite las enmiendas de la CUP (la mera tramitación es impugnable). Sin embargo, sin unas enmiendas tramitadas no puede haber una resolución transaccionada.