Querían retratar el independentismo, todo él, como una expresión violenta, agria, salvaje y eso es lo que han fabricado en las portadas y crónicas de este domingo ABC, La Razón y, pelín menos, El Mundo. Había que propiciar entre sus lectores la conexión independentismo-kale borroka. En sus crónicas, toda información que pueda difuminar esta imagen no está.

ABC

LR

EM

No está el bajo número de asistentes –oficialmente 6.000 radicales indepes y sus fans, y 3.000 policías españoles y sus fans.

No está que los sindicatos de policía de España han descalificado la manifestación de Jusapol (Justicia Salarial Policial) por "populista e inoportuna".

No está que los Mossos protegieron la mani de Jusapol, no la contramani indepe –que se llevó los palos.

No está que los concentrados pacíficamente en la plaza de Sant Jaume eran más que los contramanifestantes.

No está la crítica que se ha hecho desde varias regiones del independentismo por la actuación desmedida de los Mossos.

No está el detalle relevante de que –fuera de la exdelegada del gobierno español, Llanos de Luna, y el actual jefe de filas de VOX–, en la manifestación no estaba presente ninguno de los políticos que acompañaron la anterior: Albert Rivera, Inés Arrimadas, Xavier García Albiol y no pocos cuadros de Cs y del PP. Qué casualidad.

No hay fotos del carnaval de Jusapol, con su gente –policías, se supone– disfrazada de vándalos, ostrogodos, visigodos, vikingos, romanos o vete a saber. Ni sus gritos y amenazas, disponibles en Twitter para quien quiera hacerles caso. Ni siquiera para reírse han puesto las fotos de los indepes limpiando la Vía Layetana una vez acabada mani y contramande.

No hay ninguna explicación de qué es Jusapol y quién su gente. (Si quiere saber alguna cosa, consulte aquí y aquí).

No está, en fin, que se trataba de una provocación. Lo explica cándida y justamente El País: "el acto sirvió de excusa, sobre todo, para [...] homenajear a los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado que actuaron requisando urnas en Catalunya el pasado 1-O" –y hay que tener nervio y sangre fría para describir, sin que te temble la mano, la actuación de las FSE españolas ese día como "actuar requisando urnas". Lástima.

EP

Etcétera. La consecuencia de esta falta de información en los tres diarios antigubernamentales (españoles) son esos titulares que no titulan, que no informan, de que no explican, y esas crónicas que cuentan la mitad de la historia. Que informar seguramente no era su objetivo lo muestra que podían haberlo hecho –como otros– y no lo hacen.

A base de exagerar tan solemnemente cosas incomprobables, los titulares "El independentismo pierde el control de su jauría" o "CDR: 72 horas para sitiar al Estado" (¿qué querrá decir?) son cómicos. No falla: titulares de este tipo suelen indicar que el texto que los acompaña es aire caliente o una intoxicación prefabricada que se quiere imponer contra la realidad o ambas cosas a la vez.

En la crónica de El Mundo hay una frase que lo explica todo: "una jornada que anuló en parte el relato siempre repetido de que las protestas independentistas son obligatoriamente pacíficas". Se le entiende todo perfectamente, también las ganas de decirlo, por más irreal que sea. Podían haberlo titulado, este diario y los otros dos con que van de la mano, así: "¡Vosotros, independentistas, sois los terroristas! O bien "¡...sois los fascistas"! Para el caso…

(Atención, sin embargo, al titular con que abre la portada ese diario: "España pierde crédito en Europa por el giro con los presos del procés". Continuará).