A la segunda tampoco va la vencida. El pleno del Parlament ha vuelto a evitar pedir al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que se someta a una cuestión de confianza. Aunque la CUP ha advertido por activa y por pasiva que no se está cumpliendo el acuerdo de investidura con ERC, y la crisis entre los socios de Govern que ha lanzado Junts a una consulta interna para decidir sobre su continuidad al ejecutivo, el jefe del ejecutivo ha podido volver a respirar con alivio. De hecho, la moción presentada por los anticapitalistas estaba sentenciada a muerte desde un principio por el posicionamiento de los partidos, y finalmente ha sido tumbada contundentemente. La CUP se ha quedado sola votando a favor de la iniciativa, mientras que Junts se ha abstenido junto con Vox y Ciutadans, y ERC, PSC y comuns han votado en contra.

Junts es precisamente la formación que avivó esta discusión cuando, durante la primera jornada del debate de política general de la semana pasada amenazó a Aragonés con solicitar una cuestión de confianza si no se cumplía el acuerdo de Govern. Pero la portavoz de Junts, Mònica Sales, ha justificado la abstención de su grupo precisamente por la votación que atraviesa el partido este jueves y viernes, y que "tiene relación directa con el contenido de la moción". Además, ha aprovechado para reivindicar el proceso interno. "Frente a quien cree que es una muestra de debilidad, no tenemos ninguna duda de que es un ejercicio de fortaleza democrática. Junts somos el partido de las papeletas y las urnas, y nosotros predicamos y aplicamos". También ha anunciado que su grupo "actuará de manera coherente y consecuente" una vez se conozcan los resultados de la consulta.

La CUP critica ERC, quien le alarga la mano

Por su parte, la diputada de la CUP Eulàlia Reguant ha aprovechado su intervención para denunciar que los republicanos no han cumplido el acuerdo de investidura pactado con los anticapitalistas, y acusándolos de haberlo convertido en "papel mojado". También ha cargado contra el ejecutivo de ERC y Junts, subrayando la carencia de confianza que reúne Aragonés. "¿Esto es gobernar bien? Sabemos que la moción no prosperará, pero el país necesita saber qué programa tiene el Govern y qué apoyos tiene". La diputada republicana Meritxell Serret se ha limitado a reivindicar lo que considera que son los compromisos que se han cumplido del acuerdo de investidura, y alargando la mano a la CUP, "grupo prioritario para las políticas transformadoras". En esta línea, ha querido invitar, una vez más, a los cupaires a negociar los presupuestos.

El resto de formaciones no han evitado sus críticas al ejecutivo, pero igualmente no han compartido su 'sí' a la propuesta. Desde el PSC, se han preguntado si la sesión de investidura "fue un teatro" porque Aragonés ya no tiene el apoyo ni de Junts ni de la CUP, y han lamentado que es el presidente de la Generalitat quien acaba perdiendo "credibilidad". Y para los comuns, la moción tan solo "constata la realidad de una mayoría parlamentaria enterrada y una relación entre los socios del Govern que no tiene más recorrido", pero han rechazado ser "cómplices" de una iniciativa que tan solo quiere "arreglar el error" que cometieron los cupaires al investir un Govern con consellers de Junts.

Segundo rechazo de Junts

Esta ha sido la segunda propuesta que Junts no aprovecha para instar al presidente de la Generalitat a someterse a una cuestión de confianza. A pesar del aviso de la primera sesión del debate de política general, la formación votó viernes en contra de una resolución presentada por el Partido Popular y que finalmente solo recibió el voto favorable de los conservadores. De nuevo, y a la espera de conocer los resultados definitivos de la consulta interna en menos de 24 horas, los de Jordi Turull y Laura Borràs han apostado por una abstención y evitar así posicionarse.