Se han destapado más casos de espionaje contra el entorno soberanista. Esta vez para evitar que el independentismo se hiciera con el ayuntamiento de Barcelona. Hoy sábado, La Vanguardia ha revelado que el Centro Nacional de Inteligencia no quería de ninguna manera que la alcaldía acabara en manos de Esquerra Republicana, bajo la candidatura de Ernest Maragall. Según destaca el rotativo, los servicios secretos españoles querían saber el estado de las negociaciones en Barcelona. Así, se destaca que en el escrito que presentaron al Tribunal Supremo -que es quien tutela las actuaciones- se puede leer que se intervino el teléfono de los negociadores para la configuración de un gobierno entre ERC y Barcelona en Común, la formación de Ada Colau. Sobre este escándalo, el portavoz de Junts en el consistorio de la capital catalana, Jordi Martí Galbis, ha defendido que las informaciones sobre el espionaje del CNI en Barcelona demuestran que la investidura de Colau fue una "operación de Estado" que empezó contra el exalcalde Xacier Trias.

Martí ha subrayado que en aquel momento Junts ya lo denunció y además, ha criticado una vez más la "ilegalidad permanente con qué actúan los aparatos del Estado". El portavoz de Junts ha recordado cómo el exalcalde Xavier Trias perdió la alcaldía de Barcelona por culpa de una campaña de acusaciones falsas contra su persona por parte de la formación de Colau. "Lo vimos con la infamia preparada contra Xavier Tries y lo hemos constatado también ahora con los espionajes a Elsa Artadi, Ernest Maragall y las negociaciones para conformar el gobierno municipal," ha asegurado. Martí, por lo tanto, denuncia una "operación de Estado" para apartar el independentismo de la institución más importante y más próxima a la ciudadanía catalana, el Ayuntamiento de Barcelona. Esta "operación", según el portavoz de Junts, ya empezó contra Trias y ahora se constata con las intrusiones en los teléfonos móviles de los negociadores (Artadi y Margall) para formar gobierno municipal. Hay que recordar que finalmente Colau consiguió sumar suficientes apoyos, formando así gobierno con el PSC de Jaume Collboni y con el voto a favor externo del partido españolista de Manuel Valls.

Junts, mediante Jordí Martí Galbis, ha considerado "urgente" un cambio en Barcelona. Según él, la capital catalana está en "situación de emergencia por su dejadez, degradación e inseguridad". También ha argumentado que "hay que dejar atrás Colau y los comunes, que hoy son el principal adversario de la Barcelona capital de Catalunya que quiere cuidar a su gente y recuperar la ilusión".

Los argumentos para justificar el espionaje que ahora han trascendido es que el juez permitió el espionaje para "cortar un nuevo intento de atentar contra la unidad nacional", además que algunas personas habrían cometido un delito. Y se plantea que la autorización judicial del espionaje puede provocar el carpetazo de las querellas de los espiados con Pegasus. No obstante, los afectados exponen que la jurisprudencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH) los ampara a saber, no el resultado de la investigación, sino los motivos por los cuales fueron espiados. Es decir, no hace falta desclasificar documentos, sino conocer las resoluciones del magistrado del Supremo.