Muchas intervenciones, algunas muy largas, y un debate muy intenso. Desde las diez de la mañana, la ejecutiva de Junts y los miembros del Govern debaten la respuesta a la decisión del presidente, Pere Aragonès, de destituir a Jordi Puigneró. Desde el entorno de la presidenta del partido, Laura Borràs, se defiende que los consellers presenten la "dimisión en bloque" hoy mismo una vez acabe la reunión. Los dirigentes afines al secretario general, Jordi Turull, y los miembros del Govern apuestan por consultar previamente la militancia.

Borràs se ha presentado en la sede del partido rodeada de su núcleo de confianza, con Aurora Madaula y Francesc Dalmases al frente. Turull ha llegado después de que la entrevista en Rac-1 hiciera evidente hasta qué punto le ha impactado emocionalmente la situación.

Después de una mañana intensa, la reunión se ha interrumpido a las dos y media y, a pesar del silencio hermético con que se ha rodeado el debate, la opinión mayoritaria descartaba una salida inmediata del Govern. Una hora más tarde se ha reanudado el encuentro, con la posibilidad de una consulta encima de la mesa|tabla.

Consulta

Hasta que la crisis entre ERC y Junts ha llegado a la situación extrema, la voluntad del partido era preguntar a la militancia sobre la continuidad en el ejecutivo a través de una consulta que se había acordado convocar en el consell nacional programado para finales de octubre. Sin embargo, para convocar el consell nacional es necesario acabar de escoger a los nuevos miembros en representación del territorio, en la votación prevista la próxima semana.

En cualquier caso, en mayo de 2017, Junts ya consultó a la militancia sobre el acuerdo de investidura de Pere Aragonès y fue la ejecutiva del partido quien convocó la votación que se hizo al día siguiente de que la dirección del partido avalara el acuerdo.

La tensió detona

La tensión entre los socios de Govern estalló el miércoles a las diez y cuarto de la noche cuando Aragonès anunció que destituía a Puigneró y argumentó en una comparecencia en la Galería Gótica del Palau de la Generalitat que había perdido la confianza en el hasta ahora vicepresidente porque no le informó de que Junts tenía intención de emplazarlo el martes durante el debate de política general a someterse a una cuestión de confianza.

Junts respondió a esta decisión con un comunicado en que advirtió que la destitución de Puigneró era "un error histórico que pone en peligro la continuidad del proyecto independentista". Además, este partido acusó a ERC de "vulnerar el acuerdo de gobierno firmado entre los dos partidos y defraudar el mandato electoral del 14-F".

Antes de anunciar su decisión, el president convocó una reunión extraordinaria del Consejo Ejecutivo y se reunió con el secretario general de Junts, Jordi Turull, durante tres horas.