La defensa de Oriol Junqueras y Raül Romeva ha presentado un recurso de amparo al Tribunal Constitucional en que reclama la anulación de la sentencia dictada por el Tribunal Supremo y la libertad inmediata de los líderes independentistas. Este es el último paso dentro de la jurisdicción española antes de emprender la vía de la justicia europea.

El abogado Andreu van den Eynde y Roxana Staniloaie, miembro de su equipo, basan su escrito de recurso en la vulneración de derechos fundamentales y de la inmunidad e inviolabilidad parlamentarias, las irregularidades procesales y la desatención en organismos internacionales.

La defensa de Junqueras argumenta, principalmente, que la sentencia ha dado lugar a violaciones de los derechos fundamentales de los condenados; concretamente, de sus derechos democráticos básicos: los derechos de reunión y manifestación; la libertad de expresión de ideas políticas; la libertad ideológica; y el derecho de participación y de representación política.

 

 

Van den Eynde y Staniloaie afirman que el 20 de septiembre y el 1 de octubre de 2017 la ciudadanía ejerció los derechos de reunión, manifestación y protesta de forma no violenta y no fueron, por lo tanto, "alzamientos tumultuosos". El 20-S se produjo una concentración espontánea de ciudadanos que no impidió que se efectuara un registro judicial ni generó ningún altercado o daño grave. El 1-O, dos millones de personas fueron a votar, y el hecho de eque algunas se resistieran a abandonar los colegios sólo se puede entender como el ejercicio de sus derechos.