Convencido de que se acabarán aprobando unos nuevos presupuestos en julio, el vicepresident del Govern y conseller de Economia, Oriol Junqueras, ha avisado a la CUP de que si no colaboran en su aprobación, la prórroga sería "autonomista".

Así ha querido hacer un llamamiento a los anticapitalistas hoy en RAC1 para conseguir su apoyo y ha soltado sutilmente que "necesitamos ampliar determinadas partidas para ir más allá" y "aplicar todo lo que tenemos previsto", es decir, tirar adelante con la independencia de Catalunya.

Después de que la diputada de la CUP Eulàlia Reguant haya dejado claro en TV3 que el objetivo de su partido y el del Gobierno es similar, porque, a su parecer –igual que Junqueras–, "los presupuestos también tienen que permitir la construcción de la República con las estructuras de Estado", el vicepresident se ha lamentado de que hasta que se acaben poniendo de acuerdo del todo, "en algunos aspectos, se parecerá al escenario de otoño con la negociación de la investidura".

Su papel es como una especie de intermediario entre Junts pel Sí y la CUP. "El papel del conseller d'Economia es facilitar que esta mayoría amplia y diversa se ponga de acuerdo", ha asegurado, al mismo tiempo que ha puesto de manifiesto que corresponde a su conselleria "conseguir compatibilizar las sensibilidades que hay en el Parlament para que haya acuerdo". Por eso, se ha comprometido a aprobarlos en el Govern a finales de mes, a llevarlos al Parlament en junio y a aprobarlos en julio y ha mostrado su certeza de que "lo veo todo factible".

Aprovechando para cargar suavemente contra los anticapitalistas por haber pedido no hacer caso a Cristóbal Montoro y que se incluyan los presupuestos suspendidos por el Tribunal Constitucional, ha querido dejar claro que "queremos hacer unos realistas y sin maquillaje", aunque ha asegurado que "estaríamos encantados" de añadirlos.

Reactivar el consumo

El objetivo de rebajar "un poco" la presión fiscal a las rentas bajas y medias es "reactivar el consumo y recaudar más IVA, aunque gran parte se marche al Estado". Estas rentas son las que se sitúan por debajo de los 36.000 euros.

Junqueras ha querido dejar claro así que "si sólo se rebaja la presión fiscal a la media del Estado, el coste para la Generalitat sería de 516-520 millones de euros" y ha recordado que, aunque Catalunya está en la undécima posición en el IRPF en los tramos altos, los bajos y medios son "quienes pagan más de todo el Estado". Ahora bien. Rebajar la presión a las rentas bajas, no comporta necesariamente subir los impuestos de las más altas porque, "depende de cuánto se baje".

También ha puesto de relieve que "nos gustaría aligerar mucho la presión", pero ha sido realista garantizando que, al menos, la bajarán "un poco".