"Tendría que dimitir no sólo el ministro del Interior, sino también el presidente del Gobierno". Con estas palabras, el vicepresident del Govern y conseller d'Economia, Oriol Junqueras, ha pedido la dimisión del presidente en funciones y candidato de nuevo a la presidencia del Gobierno estatal, Mariano Rajoy. Pero también ha exigido que lo hagan tanto el director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, porque "la grabación le deja en una situación insostenible", y el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz.

Junqueras no se ha podido privar de cargar contra todos los implicados soltándoles que "en las democracias europeas, casos así han acabado en la más absoluta de las asunciones de responsabilidad" y les ha remachado que "quien no haga todo lo que esté en sus manos para acabar con eso estará haciéndose daño a sí mismo". 

Pero eso no ha sido todo. Visiblemente enfadado y dolido, el también presidente de ERC ha tildado –directamente– Fernández Díaz de "asqueroso" y "repugnante", pero ha querido dejar claro que "cualquier adjetivo se queda corto".

Lo ha dicho en RAC1 y TV3, donde se ha lamentado de la situación y lo ha descrito de "una maldad sin límites" porque "como buscan y no encuentran, piden que se lo inventen". 

Junqueras ha recordado que los 85 años de historia de ERC "nos contemplan sin ningún caso de corrupción" y ha querido dejar claro que "mi padre no tiene ningún terreno en Puigcerdà ni en ninguna parte, nadie encontrará nada en absoluto", como se escucha en las grabaciones entre Jorge Fernández y De Alfonso.

De Alfonso: "Yo estoy intentado convencer ahora al Grupo Planeta para que me haga una investigación, para que no aparezca nadie y no sea nada sospechosa, de una información que me llegó que no sé si es verdad, y por eso no me atrevo a tomármela como tal y la externalizaré porque alguien me lo averigüe, que es un enriquecimiento en el municipio de Puigcerdà del padre de Oriol Junqueras con temas de terrenos y otros".

Por todo ello, Junqueras ha opinado que "la dimensión de la conspiración es gigantesca" y ha añadido que esto debería afectar al resultado de las elecciones porque "la respuesta la tenemos que dar como sociedad". Además ha subrayado la necesidad de que "todas las instituciones y el Parlamento actúen con celeridad", dado que "en una democracia occidental habrían salido todos".

"Si el presidente del Gobierno no destituye al ministro, ¿dónde está el límite de la responsabilidad para arriba?", ha sentenciado.