Los incisivos interrogatorios de la fiscalía no han conseguido intimidar a los testigos de Unipost que esta tarde han desfilado por la sala del Supremo que juzga a los responsables del procés. En absoluto. Francisco Fuentes, que fue director de producción de la empresa, se ha librado sin complejos no sólo de las cuestiones que le planteaba la fiscal Consuelo Madrigal sino también de alguna trampa que le ha dejado puesto.

El exdirectivo de la empresa ha explicado que el el palet de sobres de la Generalitat, el que acabó requisando la Guardia Civil cuando registró Unipost, estuvo una buena temporada al lado de la máquina del café esperando el albarán del cliente, lo cual provocaba comentarios entre los trabajadores, razón por la cual decidió trasladarlo.

Pero lo que realmente ha interesado a la fiscal, ha sido un "tal Toni" con quien el testigo habló de los sobres de la Generalitat que tenía Unipost esperando la orden para tramitarlos. Aunque Fuentes ha insistido en que no pensaba que fuera nadie de la Generalitat sino un manipulador encargado de imprimir y ensobrar el material, la fiscal ha intentado vincular a este enigmático Toni con un responsable del Govern y, en concreto, con el entonces secretario de difusión del departamento de Presidencia, Antoni Molons. Lo ha probado repetidamente a lo largo del interrogatorio y con diferentes estrategias, incluso con lo que ha parecido un intento de confundir al testigo, que ha provocado la intervención del presidente de la sala, Manuel Marchena.